GRITO. Esa fue la más lapidaria de las frases que se oye, cuando una comisión de la Dgcim llegó a la casa del general de brigada de la GNB, Héctor Armando Hernández Da Costa. Esa frase no la dice el general, tampoco su esposa, quien educada y tratando de demostrar serenidad, argumentaba que no hacía falta la violencia. La frase la dice su hija, una jovencita estudiante universitaria. Es un grito desgarrador. Loredana, como la llama su mamá, reclama el escrito legal para entrar a “mi casa, porque esta es mi casa y no hay ninguna orden de allanamiento. Deja de violar la Constitución”. Lo dice con una mezcla de miedo e indignación. Ella que ha nacido en la revolución bolivariana y no entiende cómo un funcionario, que se niega a identificarse, se quiere llevar a su padre, sin más explicación que “lo mandaron a buscar”. Y no lo puede entender, porque lo ha visto entregado a la institución castrense. Hernández Da Costa es un destacado oficial, muy respetado por sus subalternos y superiores, reconocido como honesto y de principios. Hoy pocos generales viven en un apartamento humilde como el que se refleja en los videos tomados por su hija. Y menos un general que pasó por la mina de oro del Destacamento 211 de la GNB en San Antonio del Táchira. En esa época se enfrentó a poderosas mafias de la frontera. Amenazaron a su familia. Le enviaron la foto de los niños en el salón de clase, para demostrarle que no estaban seguros en ninguna parte. Aún así el entonces teniente coronel Hernández Da Costa continuó depurando la Guardia y enfrentando a grupos paramilitares y contrabandistas. En el 2014 fue Jefe del Estado Mayor del Comando Regional Nr. 1 (CZ21), en Táchira. Ni una queja contra ese oficial, alférez mayor de su promoción 1989. Estuvo cinco años entrenándose en antidrogas en Alemania. Lo nombran jefe del Comando Nacional Antidrogas de la GNB, donde estuvo hasta agosto 2016; no hubo ningún señalamiento en su contra. Fue condecorado con el Ave Fénix en primera clase por su labor antidrogas. El año pasado ocupó el cargo de segundo comandante de la Zona Operativa de Defensa Integral ZODI 41 CAPITAL y ahora jefe de Estado Mayor de la Redi-Capital. En junio 2015 fue condecorado por el general Gustavo González López por sus méritos en garantizar el orden interno en el país.
Por Sebastiana Barráez
ANTEJUICIO. El TSJ debe declarar, según el artículo 266 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y el artículo 24 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, si hay mérito para el enjuiciamiento de oficiales generales y almirantes efectivos y en funciones de comando de la FANB. El Art. 36 del Código Orgánico Procesal Penal dice que hasta que la Fiscalía General de la República determine por investigación preliminar que se realice el enjuiciamiento, no podrán realizarse contra ese oficial investigado “actos que impliquen una persecución personal, salvo las excepciones establecidas en este Código”. Detienen a varios oficiales a quienes debieron someter a antejuicio de mérito, lo que no se ha cumplido y, en el caso del GB Hernández Da Costa lo amenazaron con tumbarle la puerta de su apartamento. Los otros militares detenidos son el coronel (GNB) Pedro Javier Zambrano Hernández y el Sargento retirado GN Juan Monasterios.
OFICIAL. Es el general de División (GNB) Alejandro Pérez Gámez, Director de los Servicios para el Mantenimiento del Orden Interno, Jefe de Operaciones y parte del Alto Mando Militar de la Guardia Nacional Bolivariana. El 5 de agosto una comisión de la DGCIM lo detuvo, sin orden de aprehensión; solo le dijeron que era responsable del atentado contra el presidente Maduro, por ser encargado de la organización del acto de la GNB. El subinspector Reiner Amaro de la Dgcim, dijo que el general Pérez Gámez le dio información a los autores del atentado: hora, lugar y fecha del acto, y lista de los asistentes. El Comandante General de la GNB le ordenó al general Pérez Gámez la organización de las unidades que participarían en el acto: escolta de bandera, estandartes, comandante agrupación de parada y sus ayudantes, banda de guerra, unidades subalternas y dependencias administrativas y educativas del componente, las unidades de parada y los 6 mil 771 efectivos militares, además de los 422 vehículos militares usados en el desfile. Todo eso fue aprobado por el Comandante General de la GNB, el Ministro Padrino López y la Casa Militar, encargada de la seguridad del Presidente de la República.
CATATUMBO. Es donde guerrilla y paracos se peleaban por el territorio. Los paracos huyeron y el ELN se enfrenta con la Fuerza Armada. El Ejército se instaló en el sector Caño Motilón, desde el 11 de agosto. Colocaron un campamento y patrullan la zona. Eso está a unos 8 Km del sector de conflicto: La Repelona, La Primavera, Cuatro Ranchos y Naranjales. Efectivos militares hacen bien con su presencia pero muy mal quitándole dinero y otras cosas a quienes detienen y requisan. “Ordenaron que no se puede trabajar porque no quieren ver a personas en el monte, por lo menos durante un mes”. El ELN se desplazó para el sector Valle Verde y Cari Caimán, es decir cruzaron la Machiques-Colón para ubicar zona de aliviadero.
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