El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, insinuó hoy que su exjefe de campaña Paul Manafort, que en estos momentos se enfrenta a 18 cargos por fraude bancario y fiscal, está siendo tratado por las autoridades peor de lo que lo fue en su día el mítico gánster Al Capone.
EFE
“Mirando atrás en la historia, ¿Quién fue tratado peor, Alfonse (Alphonse) Capone -legendario jefe mafioso, asesino y “enemigo público número uno- o Paul Manafort -asesor político y ojito derecho de (Ronald) Reagan y (Bob) Dole- que se encuentra preso y en aislamiento pese a no haber sido condenado por nada?”, tuiteó Trump.
Manafort, que dirigió la campaña electoral del ahora presidente entre junio y agosto de 2016, se enfrenta desde este martes al primer juicio de la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre los supuestos lazos entre Rusia y el equipo de Trump.
Horas antes de publicar este mensaje, Trump había también recurrido a su red social favorita para hacer una defensa de su otrora colaborador.
“Paul Manafort trabajó para (el presidente) Ronald Reagan, (el candidato republicano) Bob Dole y otros muchos destacados y respetados líderes políticos”, escribió el mandatario, en un mensaje en el que, no obstante, también marcó distancias con su exasesor al señalar que apenas trabajó para él “durante un período muy breve”.
Además, Trump acusó a las autoridades de no haberle informado en su momento de que estaba rastreando los vínculos de Manafort con Rusia pese a que, al tratarse de una investigación en curso, el FBI no está autorizado a comentar sus sospechas.
“Estos viejos cargos no tienen nada que ver con la colusión. ¡Es un montaje!”, zanjó Trump.
Manafort está siendo juzgado por no haber declarado los 75 millones de dólares que obtuvo por asesorar a Ejecutivos extranjeros, incluido el del expresidente prorruso ucraniano Víktor Yanukóvich (2010-2014), al que ayudó a mejorar su imagen.
Aunque en un principio, el magistrado Thomas Selby Ellis III determinó que el asesor de 69 años debía permanecer bajo arresto domiciliario, posteriormente ordenó su ingreso en prisión tras salir a la luz que Manafort había aprovechado la falta de vigilancia para colaborar con un ciudadano ruso vinculado a la inteligencia rusa.
Al Capone, que en los años 20 lideró los años más virulentos del crimen organizado en Chicago, acabó siendo juzgado -y sentenciado- por un delito de evasión fiscal por el que cumplió siete años de condena.