Hace un año sobrevoló por Caracas un helicóptero del Cuerpo de Investigaciones, Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), con una pancarta en la que podía leerse “ART. 350 Libertad”.
lapatilla.1eye.us
Óscar Pérez era el líder del robo del helicóptero del Cicpc, del que se disparó y fueron lanzadas dos granadas directas a la sede del Tribunal Supremo de Justicia. Desde ese momento se convirtió en el hombre más buscado por el Gobierno de Nicolás Maduro.
Aunque los venezolanos creían que era una estrategia del mismo Gobierno para evadir las protestas y la situación crítica que se presentaba en el país, Pérez siguió demostrando que su intención era sacar del poder al “narco-gobierno”.
A pesar de la persecución en su contra y las represalias con sus familiares y amigos cercanos, siempre se mantenía firme en su lucha por la libertad de Venezuela. El expolicía había denunciado ataques a sus padres y a sus hijos en el exilio. “Apresan y torturan a la gente que me conoce y piensa con principios de libertad. Persiguen a mis hijos en el exilio”. “Sus acciones solo fortalecen mi compromiso a cumplir con mi nación”, publicó en Twitter.
Sus mensajes siempre fueron directos: “Diosdado (Cabello), Tareck El Aissami, (Néstor) Reverol, (Nicolás) Maduro, serán enjuiciados por el pueblo para que paguen por sus crímenes de lesa humanidad”.
El 15 de enero del presente año un despliegue policial sorpresivo, acompañado de miembros de colectivos del 23 de Enero, realziaron un operativo al que llamaban Operación Gedeón. Inició a las 4 de la mañana en la urbanización El Araguaney, sector Los Cujicitos, kilómetro 16 de El Junquito, culimó 10 horas más tarde con la masacre de Óscar Pérez y seis de sus acompañantes.
Aunque en videos quedó registrada la intención de Óscar Pérez y sus acompañantes de dialogar y entregarse, no tuvieron contemplación y la vivienda en donde se encontraban quedó en ruinas y sus cuerpos acribillados.
Días después de su muerte, la tía de Pérez confesó la razón de la rebelión del expolicía.“El punto de quiebre fue cuando le matan a su hermano Edgar Alexander Velásquez Pérez, que lo robaron y le partieron el corazón de una puñalada, el mismo hermano Óscar Pérez recogió a su hermano, hizo todos los trámites y él mismo lo enterró, a partir de allí, él cambió”.