El presidente ucraniano, Petró Poroshenko, pidió hoy a jefe del Kremlin, Vladímir Putin, la liberación de los ciudadanos de su país encarcelados en Rusia a los que Kiev considera presos políticos, en una conversación telefónica que mantuvieron ambos líderes.
EFE
“Petró Poroshenko subrayó la importancia de la pronta liberación de los presos políticos que se encuentran en Rusia y en los territorios ocupados”, señala un comunicado de prensa difundido por la Presidencia ucraniana.
El mandatario ucraniano “llamó la atención sobre la huelga de hambre de ucranianos y mostró preocupación por el empeoramiento de su estado de salud”, agrega la nota en referencia al cineasta ucraniano Oleg Sentsov, que declaró una huelga de hambre el 14 de mayo, justo a un mes del Mundial que arranca el próximo jueves.
“Se ha acordado que los responsables de derechos humanos de los dos países visitarán a los reclusos muy pronto”, concluyó Kiev.
El Kremlin también informó de la conversación y destacó que durante la misma se habló del “intercambio de las personas retenidas”, en referencia a la posibilidad de canjear a ciudadanos ucranianos por ciudadanos rusos detenidos en Ucrania.
“Vladímir Putin subrayó la necesidad de la inmediata liberación de los periodistas rusos arrestados en Ucrania“, afirma la nota de la Presidencia rusa.
Hace sólo dos días, Putin recalcó que no se plantea intercambiar a Sentsov, condenado a 20 años de cárcel en Rusia, por el periodista ruso Kirill Vishinski, detenido recientemente en Ucrania por alta traición.
“Son cosas absolutamente diferentes, que no se pueden comparar. Por eso ni nos lo hemos planteado“, dijo Putin durante su tradicional Línea Directa anual con los ciudadanos.
Sentsov, considerado un preso político en Occidente, fue condenado en Rusia por presuntas actividades terroristas en Crimea, anexionada por Rusia, mientras que Vishinski, jefe la agencia rusa RIA Novosti en Ucrania, ha sido acusado por Kiev de cooperar con Moscú en su agresión a ese país.
El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) sostiene que Vishinski recibió la misión de “viajar a Crimea para realizar actividades subversivas“ y justificó la anexión de Crimea, lo que le valió un premio estatal de manos del presidente ruso.
Para realizar esas actividades “subversivas” Vishinski recibía mensualmente 53.000 euros de Moscú, según la acusación ucraniana.
Mientras, Sentsov mantiene desde hace 24 días una huelga de hambre para exigir la liberación de todos los “presos políticos” ucranianos encarcelados en Rusia, más de 60 personas, sin incluirse a sí mismo en esta exigencia.