El presidente de México, Enrique Peña Nieto, condenó por primera vez el viernes la violenta en campaña electoral que ha cobrado la vida de decenas de candidatos en todo el país y que culminará con la elección de un nuevo presidente el 1 de julio.
Reuters
El actual proceso electoral en México es considerado el más violento en la historia reciente del país, y ha llamado incluso la atención de la Organización de Estados Americanos (OEA). “La violencia por motivos electorales en Guerrero y en otros estados del país y cualquier parte de la geografía nacional es inaceptable”, dijo Peña en un evento sobre protección civil.
“El gobierno de la República condena expresamente todo tipo de violencia”, añadió el mandatario, quien entregará el poder en diciembre al candidato electo en julio.
De acuerdo a observadores y organizaciones civiles, el crimen organizado está detrás de los homicidios de candidatos y de agresiones que incluyen intimidaciones, amenazas, asaltos, heridas por arma fuego, secuestros y atentados contra familiares.
A fines del 2006, y poco después de asumir, el expresidente Felipe Calderón lanzó una ofensiva militar contra los cárteles narcos que logró llevar a capos tras las rejas, pero acabó dividiendo a las organizaciones en facciones que se trabaron en una lucha por el territorio, desatando una inédita violencia en el país.
Desde entonces, decenas de miles de personas han muerto en eventos relacionados con el crimen organizado.
El izquierdista Andrés Manuel López Obrador, quien compite por tercer vez seguida por la presidencia de México, lidera por amplio margen los sondeos seguido de Ricardo Anaya, al frente de una coalición de derecha e izquierda. En un lejano tercer lugar se encuentra José Antonio Meade, candidato de una alianza liderada por el gobernante PRI.