Grupos de ultranacionalistas georgianos salieron hoy a las calles de Tiflis para abortar la segunda jornada de protestas de miles de jóvenes contra los excesos policiales.
Los nacionalistas más agresivos lanzaron piedras contra los manifestantes e intentaron romper el cordón policial para agredir a los jóvenes, que hoy volvieron a intentar bloquear la céntrica Avenida Rustaveli.
Para evitar choques entre ambos bandos, las fuerzas del orden impiden a los ultranacionalistas acercarse a las inmediaciones del Parlamento, epicentro de las protestas juveniles, y ya han detenido a varios radicales.
La organización Unidad Nacional de Georgia anunció hoy la creación de una Guardia Nacional, para la que ya se aceptan voluntarios de todas las edades, que se dedicará a defender el orden establecido.
Además, los nacionalistas y los miembros de grupos ultraconservadores aseguran que decidieron salir a las calles de la ciudad para luchar contra el consumo de drogas y las minorías sexuales.
Miles de jóvenes georgianos tomaron ayer y hoy el centro de Tiflis para protestar contra los excesos policiales en la operación antidroga lanzada en dos populares clubes nocturnos.
“¡Nosotros no somos drogadictos!”, coreaban los manifestantes, que pasaron de proferir lemas contra la policía a exigir la dimisión del primer ministro y del titular de Interior por “violar su derecho a la vida privada”.
Además, piden que se castigue a los responsables de los excesos policiales, una demanda que fue respaldada en un comunicado conjunto por varias organizaciones de derechos humanos.
El presidente del Parlamento, Irakli Kobajidze, aseguró que “respeta las acciones de la juventud y su libertad de expresión”, pero subrayó que la actuación policial fue “legítima, proporcionada y de acuerdo con la práctica internacional”.
El “Movimiento Ruido Blanco”, que aboga por la liberalización de la legislación sobre el consumo de drogas, acusa a las autoridades de intentar poner freno al florecimiento de la subcultura juvenil.
Algunos incluso hablaron de una revolución pacífica similar a la ocurrida en Armenia, donde el movimiento de protesta condujo al poder al líder opositor, Nikol Pashinián, después de que la policía recurriera a la violencia contra los manifestantes.
El alcalde de Tiflis, Kaja Kaladze, afirmó a la prensa que las autoridades apoyarán el desarrollo de los establecimientos nocturnos, pero alertó de que el narcotráfico es un asunto serio.
“Nuestras hermanas y hermanos están muriendo y estoy convencido de que los jóvenes que están ahora frente al Parlamento se pondrán de nuestro lado y combatiremos junto a los narcotraficantes”, dijo.
La operación policial contra los clubes “Galeri” y “Basiani”, en la que en la madrugada fueron detenidos ocho narcotraficantes, había sido preparada durante tres meses.
Sólo en el último mes, en clubes nocturnos de la capital georgiana han muerto cuatro jóvenes por consumo de drogas. EFE