El venezolano ganador del World Press Photo tuvo que correr entre las llamas

El venezolano ganador del World Press Photo tuvo que correr entre las llamas

Venezualan AFP photographer Ronaldo Schemidt holds his trophy in Amsterdam on April 12, 2018 during the 2018 World Press Photo (WPP) award ceremony after being awarded with both picture of the Year 2018 award and 1st prize in the Spot News Singles category for the picture projected above taken on May 3, 2017 of a demonstrator catching fire during clashes with riot police within a protest against Venezuelan President in Caracas. / AFP PHOTO / EMMANUEL DUNAND
Venezualan AFP photographer Ronaldo Schemidt holds his trophy in Amsterdam on April 12, 2018 during the 2018 World Press Photo (WPP) award ceremony after being awarded with both picture of the Year 2018 award and 1st prize in the Spot News Singles category for the picture projected above taken on May 3, 2017 of a demonstrator catching fire during clashes with riot police within a protest against Venezuelan President in Caracas. / AFP PHOTO / EMMANUEL DUNAND

 

El fotoperiodista venezolano Ronaldo Schemidt tuvo que “correr entre las llamas” para capturar la imagen ganadora del World Press Photo 2018, una escena de un manifestante convertido en antorcha humana en Caracas que “sólo duró 14 segundos”, explicó en una entrevista con Efe.

Schemidt se trasladó a Amsterdam para asistir hoy al estreno en la Nieuwe Kerk (Iglesia Nueva) de la exposición de World Press Photo, fundación que cada año premia los mejores trabajos de fotoperiodismo a nivel mundial.

La imagen del venezolano se impuso a las más de 73.000 recibidas por el jurado y retrata la quema accidental en Caracas de José Víctor Salazar, un joven de 28 años, en el transcurso de unos disturbios el pasado 3 de mayo de 2017.

El fotoperiodista explicó que, antes de tomar la imagen, el enfrentamiento violento entre la Guardia Nacional Bolivariana y los manifestantes “subió mucho de tono”, tras el cual los opositores les arrebataron a las fuerzas de seguridad una moto “y la tomaron como trofeo”.

“La arrastraron hasta un sitio, allí alguien le lanzó una bomba molotov y la moto se incendió”, dijo Schemidt. El vehículo no estalló en ese momento, aunque a su alrededor se mantuvieron unas “pequeñas llamas”.

“Después llegó otra persona” que, “en el medio de la emoción de haberle quitado la moto a la Guardia Nacional, “la golpeó” con un objeto contundente, haciendo que explotase, añadió el fotoperiodista.

“José Víctor, la persona de la foto, estaba parado en un mal sitio y quedó en el medio de las llamas”. La gasolina del vehículo empapó su ropa y, al mezclarse con el fuego, lo convirtió en una antorcha humana.

“Yo me estaba retirando justo en ese momento porque la escena la veía muy peligrosa”, dijo Schemidt, pero al sentir la explosión levantó su cámara “de manera instintiva” y empezó a disparar.

“Yo iba corriendo dentro de las llamas”, pues donde se encontraba “estaba todo incendiado”, cuando se cruzó con el manifestante, que iba en dirección opuesta y agitando los brazos.

El joven cayó al suelo, sus compañeros apagaron el fuego y más tarde una ambulancia recogió al herido, que sobrevivió a pesar de sufrir quemaduras de primer y segundo grado.

“Cuando me enteré que se había salvado me alegré muchísimo”, dijo Schemidt, pues fue “una víctima de un accidente y es terrible lo que le pasó”.

Este fotoperiodista de la Agencia France-Presse (AFP) trabaja habitualmente en México, donde reside, pero a veces regresa a su país natal para documentar acontecimientos informativos, como el multitudinario funeral del presidente Hugo Chávez, las elecciones a la Asamblea Legislativa de 2015 o las protestas de 2017.

“Yo un día estoy en las manifestaciones de la oposición, otro en las de apoyo al Gobierno y escucho las dos versiones”, dijo el fotoperiodista.

“Nuestro trabajo es escuchar a los dos y decirle a la gente: ‘esto es lo que está pasando en el país. Usted decida a quien apoya, a quien no apoya, tome su juicio, nosotros contamos la historia'”, agregó.

Sobre los riesgos de su profesión en el continente, el fotógrafo definió México como uno de los lugares “más peligrosos” para la prensa por las agresiones “del narcotráfico”. Según la Federación Internacional de Periodistas, en este país murieron 13 reporteros en 2017.

En cuanto a Venezuela, Schemidt dijo que lo más complicado es cubrir las manifestaciones que terminan de forma violenta, pues cabe la posibilidad de que “reciba una agresión en cualquier momento de un cuerpo de seguridad” o que alguien intente “robar el equipo”.

El fotoperiodista deseó que la crisis en Venezuela se resuelva “de una manera pacífica” y expresó su deseo de que las partes en conflicto se puedan “sentar a la mesa y buscar soluciones para la gente”.

La muestra de World Press Photo con todos los trabajos premiados viajará alrededor del mundo en los próximos meses.

En España, se expondrá en Sevilla y Barcelona, entre abril y mayo, para ir posteriormente a Madrid y Vitoria, entre octubre y noviembre.

En Latinoamérica, World Press Photo se exhibirá en Ciudad de México, entre julio y septiembre, y en Santiago de Chile, entre julio y agosto. EFE

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