El regulador ruso de telecomunicaciones acudió este viernes a la justicia para pedir el bloqueo de la mensajería Telegram, después de que esta rehusara entregar a los servicios de seguridad rusos (FSB) sus claves de encriptado que permiten leer los mensajes de los usuarios.
En un comunicado, la agencia de regulación Roskomnadzor afirmó haber lanzado un procedimiento ante un tribunal de Moscú para pedir que se “limite el acceso” a Telegram, mensajería fundada por el ruso Pavel Durov y conocida por ofrecer un alto nivel de confidencialidad.
El 20 de marzo, este organismo había dado a Telegram un plazo de 15 días para entregar sus claves de encriptado.
“Las amenazas de bloquear Telegram si no proporcionan los datos personales de sus usuarios no tendrán resultado. Telegram defenderá la libertad y la confidencialidad”, escribió entonces Durov en Twitter.
El abogado que representa a la compañía, Pavel Chikov, afirmó que la prohibición sería anticonstitucional y las exigencias de las autoridades rusas son, de todos modos, imposibles de aplicar.
“La posición de Telegram sigue siendo la misma: las peticiones del FSB para que proporcionemos acceso a conversaciones privadas de usuarios son inconstitucionales, no se basan en la ley y no se pueden cumplir técnicamente ni legalmente”, afirmó Chikov, que dirige un grupo de defensa de los derechos humanos que representa legalmente a la aplicación de mensajería.
Anteriormente, el activista ya había explicado que el muy complejo sistema de encriptado desarrollado por Telegram hace que la propia mensajería no tenga acceso a algunas comunicaciones.
Esta aplicación gratuita para teléfonos inteligentes, que permite a los usuarios intercambiar mensajes, fotografías y vídeos en grupos de hasta 5.000 personas, ha atraído a unos 200 millones de usuarios en el mundo desde su lanzamiento en 2013.
– “La ley es la ley” –
A mediados de octubre, la justicia rusa condenó a Telegram a una multa de 800.000 rublos (18.000 euros) por negarse a cooperar con el FSB.
Durov, que abandonó Rusia en 2014 aludiendo a tensiones con las autoridades, denunció entonces lo que él calificó de violación de la Constitución rusa, que protege el derecho al secreto en las comunicaciones.
La mensajería ya había escapado a un bloqueo en junio tras aceptar proporcionar al regulador ruso ciertas informaciones que hasta ese momento había rechazado entregar.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó el viernes que este servicio es una herramienta práctica para comunicarse con los periodistas y que sería una “vergüenza” si no se logra alcanzar un acuerdo entre los responsables de aplicación y las autoridades.
“Pero la ley es la ley”, agregó, durante una breve comparecencia ante la prensa, citado por la agencia de noticias rusa Interfax.
Telegram es conocido por ofrecer un nivel elevado de confidencialidad. Es muy utilizada por activistas políticos de todo tipo, pero también por los movimientos yihadistas, lo que ha suscitado numerosas polémicas en los últimos años.
“En Rusia tenemos muchos problemas, desde la pobreza hasta el horrible estado de las carreteras, del crimen a la mala atención médica”, tuiteó el líder opositor Alexéi Navalni.
“Pero el Estado está determinado en bloquear Telegram en nuestro nombre… ¿De qué modo Telegram hace la vida en Rusia peor?”, lanzó.
AFP