Se conmemora nuevamente el día de la juventud en Venezuela, y solo es eso: una conmemoración, pues no hay nada que celebrar, ser joven bajo el mal llamado “socialismo del siglo XXI”, bajo las garras del Psuv, no es más que sinónimo de sufrimiento, miseria o muerte.
El modelo a la cubana instaurado por el régimen comunista, solo ha logrado la muerte de miles de jóvenes bajo la delincuencia, la deserción y desmembramiento de la familia venezolana, mientras los jóvenes buscan oportunidades y la condena a la pobreza de los pocos que sobreviven esta terrible situación.
Jóvenes que fueron asesinados en medio de su legítimo derecho a la protesta, jóvenes que son perseguidos por sus ideas, por querer un país con derecho al futuro. Un régimen que con medidas populistas solo empeora la situación económica, creando más inflación, mientras pretende comprar la conciencia libre de los más jóvenes con los llamados bonos.
Jóvenes que ya no pueden ni estudiar porque deben decidir entre comer o ilustrarse, a eso los ha llevado el Psuv, a eso los ha reducido una dictadura que solo le importa quedarse en el poder sin importarle nada.
Venezuela necesita que la reconstruyamos, todos los sectores, sin exclusión, sin soberbia, con la ayuda de los que se fueron y la unión de nuestra nación. Hoy los jóvenes reclaman poder expresarse, poder tener futuro, poder elegir libremente, poder ver en Venezuela la mejor opción para verla crecer. Que no nos roben la esperanza.