La Declaración sobre los defensores de los derechos humanos fue aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 9 de diciembre de 1998, con ocasión del quincuagésimo aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos. Así lo recordó Humberto Prado, director del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), quien en un día como hoy destaca la importancia de velar por la integridad los defensores de derechos humanos en Venezuela.
“En esta declaración se destaca que todos tenemos una función que desempeñar como defensores de los derechos humanos, y además se presta atención al acceso a la financiación de sus organizaciones y al intercambio de información sobre las normas de derechos humanos. Asimismo, se enuncian algunos deberes concretos de los Estados y la responsabilidad de todos con respecto a la defensa de los derechos humanos, además de explicar su relación con el derecho nacional”, recalcó Prado.
En reiteradas oportunidades, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha manifestado su preocupación por el uso indebido del derecho penal para criminalizar la labor de los defensores de derechos humanos en Venezuela, tomando en cuenta que los principales obstáculos para desempeñar su labor son las agresiones, amenazas y hostigamientos; campañas de desprestigio; violaciones al domicilio, actividades de inteligencia; restricciones al acceso a la información, controles administrativos y financieros, e impunidad en las investigaciones de ataques sufridos por defensores y defensoras.
En tanto, las principales formas de criminalización de la labor de los defensores de derechos humanos derivan de los pronunciamientos de funcionarios públicos que los acusan sin pruebas fidedignas de la comisión de delitos en la ausencia de decisiones judiciales. En el caso más cercano el Observatorio Venezolano de Prisiones enfrentó las acusaciones del entonces Ministro de Interior, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres, hacia Humberto Prado, así como las continuas acusaciones perpetradas por Diosdado Cabello en su programa televisivo.
Prado finaliza diciendo que no hay Democracia sin Derechos Humanos y no hay Derechos Humanos sin Democracias y los Defensores representan la punta de lanza de las Democracias en el mundo y es un trabajo de Alto Riesgo.
Nota de prensa