Una noche de fiesta en Ibiza acabó con los protagonistas en una tienda de tatuajes, reseñó Que.es.
Malakye Brooks viajó hasta la isla para pasar unos días de fiesta junto con su novia Joanna, ahora ex, y un grupo de amigos. Fue un viaje soñado para cualquiera: risas, besos, alcohol, fiesta, sol, playa, y mucho amor.
Tras una noche ‘salvaje’, la pareja decidió poner punto y final a su juerga nocturna en un salón de tatuajes. El insistió en tatuarse el rostro de su novia, que, por su parte, pidió que la dibujaran en topless. Todo era perfecto.
Una semana después, con la tinta aún fresca y un tatuaje de 350 euros, la joven decidió que ya no amaba a Malakye y le dejó.
“Desde entonces todas las miradas se dirigen a mi espalda cuando estoy en la piscina o en la playa. Me hace gracia que me observen como un extraterrestre”, confiesa actualmente el joven.
Joanna le dejó ‘compuesto y con tatuaje’.
When you get ya bird on ya back for summat to do.. #bird
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