La jornada de regreso a clases fue traumática para muchos padres y estudiantes de prescolar y primaria, que deben lidiar con el mal estado de las instalaciones educativas y con una crisis escolar que amenaza con dejar sin estudios a buena parte del futuro de Venezuela, denuncia Wilson Castro, coordinador de Gente de Guayana.
Nota de prensa
“Muchas escuelas del municipio Caroní no abrieron porque sus instalaciones están tomadas por la maleza y la basura, o porque fueron desbalijadas por delincuentes durante las vacaciones escolares”. Añade que esta jornada estuvo marcada por la ausencia de muchos niños, que corren el riesgo de interrumpir su proceso formativo porque sus padres no tienen los recursos necesarios para financiar transporte, útiles, uniformes, o la alimentación de sus hijos.
“Son muchos los papas que no tienen para comprar un uniforme y sabemos en prescolar y primaria los niños van cambiando de talla año a año, lo que hace imposible que las familias de más bajos recursos estén preparadas para regresar a clases”.
Añade que el ausentismo de este primer día a clases también se incrementa por la escasez de gasolina, pues “muchos niños no acudieron a la escuela porque sus papás no los pueden llevar porque están en una cola para poner combustible”.
Castro asegura que el proceso educativo de los jóvenes venezolanos está severamente afectado por la crisis económica que vive el país, por culpa de las políticas erradas aplicadas durante años por el chavismo. “Estamos viendo elevarse la deserción escolar por culpa de la crisis”.
El dirigente opositor invita a quienes puedan ser solidarios con las familias de menos recursos que les tiendan su mano y que se una a las múltiples iniciativas de apoyo que se desarrollan en la región y a lo largo de todo el país.
No avanzamos sin educación
Castro asegura que un país no puede pensar en progresar si no tiene una educación de calidad e instalaciones adecuadas que permitan un exitoso proceso de aprendizaje y la formación de buenos y mejores ciudadanos.
“La educación es uno de los principales fracasos de este gobierno chavista, porque como los niños no votan, no hay voluntad política para brindarles las comodidades necesarias ni a ellos, ni a los docentes que los forman”.
Afirma que además de malas instalaciones y un proceso educativo que busca la ideologización antes que la formación de conciencia, los venezolanos tenemos docentes poco estimulados y muy mal pagados, por culpa de un presupuesto desorientado, que se hizo sin darle prioridad a la formación de quienes representan el futuro de Venezuela.