Razones por las que las sanciones de Trump favorecen al venezolano común

Razones por las que las sanciones de Trump favorecen al venezolano común

People buy food and other staple goods inside a supermarket in Caracas, Venezuela, July 25, 2017. REUTERS/Ueslei Marcelino
People buy food and other staple goods inside a supermarket in Caracas, Venezuela, July 25, 2017. REUTERS/Ueslei Marcelino

 

Como siempre aprovechan la amplia cobertura que les dan algunos medios dizque opositores para expresar su “gran preocupación” por los “gravísimos efectos” de las sanciones sobre la población.

Escribió Boris Ackerman @BORIS_ACKERMAN para El Estímulo





Valiéndose de su doble moral (o de su carencia absoluta de ética) esos mismos analistas tradicionalmente se han mantenido en silencio ante las políticas que han depauperado hasta la indigencia a la gran mayoría de los venezolanos, el desvío de las divisas, las expropiaciones, los dakazos, la persecución a los empresarios y las violaciones a la propiedad privada, políticas gubernamentales que no les causan el más mínimo escozor. Sin embargo, elevan sus agudas y desentonadas voces cada vez que la nación del norte sanciona a los poderosos intereses de individuos allegados al aparato gubernamental.

Estas son las razones por las cuáles si bien las sanciones afectan a unos pocos privilegiados, en algún tiempo podrían beneficiar al grueso de la población cuya pobreza es consecuencia de la existencia de un gobierno de corte totalitario y que solamente podrá estar mejor de producirse su salida.

1.- El país no seguirá endeudándose a la tasa más alta del mundo
Si se observan los rendimientos actuales y pasados de los instrumentos de deuda venezolana, no se puede más que concluir que se ha tratado de transferencia de riqueza desde el Estado venezolano, que debería salvaguardar los intereses de los más de 30 millones de seres humanos que habitan el país, hacia un ínfimo grupo de individuos que han repletado sus alforjas con los altos rendimientos de los bonos de Venezuela y de Pdvsa, los más elevados del mundo desde hace varios años. Los altos intereses que paga y ha pagado el país no se deben a las sanciones que ahora llegan, se deben a las pésimas políticas públicas y a la desconfianza que generan.

Es claro que los tenedores de bonos son personas con muy poca aversión al riesgo y puede presumirse que muchos de ellos están cerca de quienes detentan el poder en el país. Lo bueno de las sanciones es que impiden continuar endeudando al país, al menos con personas y figuras que operen en territorio norteamericano o que tienen intereses allí.

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