“La Constituyente no ha recibido ni una crítica oficial de la oposición! Saben que es impecable.” Semejante frase no podía ser más que de quien habla con pajaritos y sigue en el mundo perdido de Alicia: Nicolás Maduro.
Y tal es su convicción enfermiza que en su mundo paralelo y para no entrar en contradicciones, los aplausos surgen de voces ya sin respeto como Socorro Hernández, rectora del CNE, quien este fin de semana declaró para el Diario Panorama que es “poco probable” que se detenga la ANC, pues asegura que es una propuesta válida, hecha por Maduro y “no se puede ignorar”.
Para Hernández sí se puede y debe ignorar, la consulta popular en la que participaron más de 7 millones de voluntades que dicen no a la Constituyente y al gobierno de Maduro, sí se puede ignorar la solicitud de un referéndum que exigió en paz el pueblo venezolano, sí se puede ignorar también más de 7 millones de votos que dieron un cambio a la Asamblea Nacional, sí se puede ignorar la orden expresa que da la Constitución de elecciones regionales y municipales, pues aunque tiene un supuesto cronograma, afirma desde ya que esperaran la decisión de la supuesta ANC, para saber si quieren elecciones regionales y municipales.
El servilismo es más que insultante a la dignidad del venezolano no sólo de rectores del CNE, de un ilegítimo de TSJ sino además de una bota militar que defiende a corruptos, ladrones y asesinos.
Y en ese mundo fantástico de Maduro, desean llevar a la locura a muchos venezolanos que se preguntan cuándo pasará esta pesadilla, qué más quieren de un pueblo al que le robaron su petróleo, su hierro, sus riquezas, sus alimentos, sus industrias, sus ganas de soñar con un futuro de progreso. Pues a ellos les decimos, no hay vuelta atrás, el camino es la calle, la protesta pacífica pero contundente, el grito de libertad no puede opacarse por nuestro llanto ante tantas muertes causadas por este régimen dictatorial.
Estamos de luto y seguimos llorando por cada venezolano, cada hermano de lucha asesinado. Dejar la calle, el asfalto, es dejar impune sus muertes. Al igual que ellos, estamos convencidos de que el pueblo decidirá su futuro de progreso sin el dictador y sus focas serviles. No será fácil, no será rápido, pero sin duda vendrá un nuevo amanecer, de colores vivos, para Venezuela y su gente. Fuerza y Fe.