El Padre Alexis Castillo, Capellán del núcleo Bolívar de la Universidad de Oriente (Udo), y responsable de la Pastoral Universitaria de la Arquidiócesis de Ciudad Bolívar, eleva oraciones por la pronta liberación de los 20 jóvenes universitarios encarcelados injustamente en el Centro Penitenciario de El Dorado.
Nota de prensa
El sacerdote afirmó que desde la capellanía y la pastoral rechazan la sentencia injusta del juez penal de control de Ciudad Bolívar, Homero Lugo, que no sólo afecta a los jóvenes presos en El Dorado, sino también a sus familias, que padecen la angustia, tristeza y preocupación por todo lo que les está ocurriendo ante una justicia viciada, corrompida y manejada al antojo del gobierno nacional.
“Pedimos al circuito judicial penal reflexione, y revoque la medida contra estos jóvenes, quienes por el simple hecho de ejercer el derecho constitucional a la protesta pacífica en una Venezuela en crisis, y rechazar una convocatoria a constituyente fueron injustamente enjuiciados, y presos en el Dorado”, dijo.
Para el religioso la sentencia del juez cae en lo extremo, y en lo excesivo, que obedeciendo órdenes de un gobierno que se siente perdido, y se ha aferrado al poder, envía a jóvenes a una cárcel destinada para personas que han incurrido en delitos tan graves como quitar la vida, robar y secuestrar.
Acotó que la Capellanía del núcleo Bolívar de la Udo, y Pastoral Universitaria de la Arquidiócesis de Ciudad Bolívar, manifiestan su solidaridad a los familiares de estos estudiantes universitarios y los invita a mantener la esperanza “porque Dios ha manifestado estar siempre con nosotros en todo momento”.
Los jóvenes han manifestado su espíritu de lucha, y de no abandonar la calle ante esta situación que está pasando toda Venezuela, señaló el sacerdote, y afirmó que la iglesia seguirá del lado de aquellos que son víctimas de la violencia, injusticias y represión de un gobierno inhumano e indolente.
Lamentó que se sigan violentando los derechos humanos de una manera tan descarada.
El capellán udista señaló que en una visita realizada a los siete jóvenes, incluida una dama, el pasado jueves -antes de ser sentenciados y trasladados a El Dorado- en la comandancia general de la policía en Ciudad Bolívar pudo constatar que algunos de estos muchachos estaban golpeados, y manifestaban físicamente signos de agresión y heridas de perdigones. “Fue necesario hacerles llegar gasas con sus familiares para ser curados de alguna manera”, dijo.
Para finalizar pidió a quienes administran la justicia ponerse la mano en el corazón, y reflexionar en lo que están haciendo.