Como una prueba más de la desconexión del gobierno con la realidad venezolana, el pasado 14 de enero celebraban los once años de la Misión Negra Hipólita, una iniciativa promulgada por el fallecido Hugo Chávez para facilitar la rehabilitación de personas en situación de calle y brindarles apoyo para su reinserción en la sociedad.
Por: lapatilla.1eye.us
Cuando Chávez lanzó el programa en 2006, precisó que estaba dirigido “especialmente a la población en situación de extrema vulnerabilidad: niños de la calle, indigentes, los indígenas, las mujeres embarazadas en situación de pobreza, de miseria; las personas con discapacidad extrema, discapacidades físicas, mentales. Una misión sumamente humanitaria”.
Sin embargo, con el transcurso de los años la misión ha venido decayendo de manera progresiva, al igual que los recursos gubernamentales destinados para su operatividad. Nada más el año pasado, el gobierno otorgó un pírrico 8% en comparación con el aporte financiero destinado en 2015.
Por otro lado, según una encuesta suministrada por Condiciones de Vida en Venezuela (Encovi) a principios de este año, la pobreza en Venezuela aumentó a 81,8% en 2016. Asimismo, el porcentaje de familias en situación de pobreza saltó de 23,1% en 2015, a 30,26% en 2016; y el de pobreza extrema ascendió de 49,9% a 51,51%.
El estudio asegura además que al menos 9,6 millones de venezolanos -casi un tercio de la población- ingieren dos o menos comidas al día (aumentaron del 11,3% al 32,5%) y el porcentaje de quienes desayunan, almuerzan y cenan diariamente descendió de 88,7% a 67,5% entre 2015 y 2016.
Para Maduro es todo lo contrario, en su Memoria y Cuenta que presentó ante el Tribunal Supremo de Justicia (evitando hacerlo ante el Parlamento como dicta la Constitución) el pasado 15 de enero, aseguró que la pobreza en 2016 se redujo de 19,7% a 18,3%, y la “miseria”, de 4,9% a 4,4%, pese a la grave crisis económica.
Pero solo hace falta salir a la calle para palpar la realidad, en un recorrido realizado por nuestro reportero gráfico Régulo Gómez no fue difícil hallar múltiples venezolanos en condición de calle en tan solo unas pocas cuadras, viviendo de la comida que recogen de la basura y de lo poco que les regala la gente, ante la indolencia de un gobierno que invierte aproximadamente 40.000 dólares diarios en represión. (lapatilla.1eye.us)
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