Venezuela registró hasta abril pasado 11,4 % de desnutrición infantil, que incluye casos graves de menores que han perdido cerca del 60 % de peso, lo que implica una situación de “crisis” según parámetros de la Organización Mundial de la Salud (OMS), informaron hoy voceros de Caritas.
EFE
La nutricionista y experta en seguridad alimentaria de la entidad, Susana Raffalli dijo a Efe que Cáritas de Venezuela realiza desde octubre pasado estudios a través de un “sistema centinela” sobre desnutrición infantil en 32 parroquias de cuatro estados del país en los que la situación de hambre pega con más fuerza.
“Ya se superó el umbral del 10 y estamos en 11,4 %, ya salimos de la situación de alarma a la de crisis”, dijo Raffalli al referirse al último reporte con datos aportados hasta abril sobre 1.090 niños y señaló que esta es una “crisis de desnutrición aguda severa”.
Apuntó que este porcentaje en esta “forma de desnutrición muy grave” que toma las referencias de los estados Zulia (oeste) y los céntricos Vargas, Miranda y Distrito Capital requiere que el Estado intervenga con “recursos extraordinarios”.
Indicó que si ese porcentaje supera el 15 % se tratará de una “emergencia” que requiere no solo la intervención especial del Estado, sino también que agencias de cooperación internacional aborden la situación.
Caritas Venezuela hace este estudio llamado “Sistema de alerta, monitoreo y atención nutricional (Saman)” cada dos meses desde octubre “con el compromiso de que si las cifras que se detectaban eran altas debían lanzar la alarma”, dijo Raffalli.
“Hasta el 5 % es aceptable, del 5 al 10 % es alarma, entre 10 y 15 % es crisis y ya cuando llegas al 30 % es un desastre y en términos alimentarios se llama hambruna”, explicó la experta.
Dijo que cuando el índice de desnutrición infantil severa pasa del 11 % “es para que el Estado actúe y surta de inmediato los dispensarios y hospitales pediátricos con fórmulas infantiles terapéuticas” lo que, asegura, no ha ocurrido.
“Lo que está reportando Caritas es una tendencia a que esto aumente 0,8 a 1 por mes”, indicó y apuntó que si la situación no se corrige al permitirse “que mejore el acceso al alimento y la importación de fórmulas infantiles” entonces a fines de 2017 se reportarán “niveles de emergencia”.
Señaló que las expectativas no son buenas tomando en cuenta que la crisis de escasez y desabastecimiento de alimentos se agrava cada vez más y que ya comenzó la temporada de lluvias.
“Si los atendemos a tiempo los podemos recuperar y pueden aumentar de peso, pero un aumento de peso no quita el daño”, dice y señala que “si la desnutrición ocurrió antes de los dos primeros años de vida hay daño” cognitivo, metabólico y afectivo.