La activista de derechos humanos y madre de la joven asesinada por la Guardia Nacional Geraldín Moreno, Rosa Orozco, denunció en la Fiscalía al General Benavides Torres, Néstor Reverol y al coronel Epharain Enrique Verdu, Comandante del Destacamento de Seguridad Urbana de la Guardia Nacional, por hostigamiento y persecución en su contra, además de exigir una investigación sobre la agresión que ella y sus vecinos sufrieron en días pasados.
Nota de prensa
“Vengo al Ministerio Público a denunciar específicamente al coronel Epharin Enrique Verdú, al General Benavides Torres y el General Néstor Reverol por el hostigamiento y persecución en mi contra por la retaliación que existe luego de las denuncias que he hecho en contra de ellos por el asesinato de mi hija en el año 2014. Al parecer para ellos no fue suficiente con matarme a Geraldín sino que hoy pretenden callarme con amedrentamiento constante”, denunció Orozco a las afueras de la Fiscalía.
La activista de derechos humanos detalló que el pasado 15 de mayo ella junto a otros vecinos del sector Tazajal de Naguanagua, estado Carabobo, estaban protestando desde las 7:30 de la mañana cuando llegaron 12 motos de la Guardia Nacional y entraron a su residencia y comenzaron a quemar objetos en la esquina de su casa. “Cuando los guardias llegaron al sector donde vivo no solo entraron al edificio sino que comenzaron a disparar hacia los conjuntos residenciales donde hubo heridos y personas asfixiadas”.
Luego de esta agresión, explica Orozco, ella y decenas de vecinos se trasladaron hasta el comando de la Guardia Nacional en Ciudad Chávez (Carabobo) por la detención de decenas de manifestantes, “cuando un grupo de encapuchados que se identificaron como los hijos de Chávez nos desalojaron con armas blancas y de fuego. Los sujetos usaban gorras rojas y tenían el rostro cubierto con pañuelos de varios colores”.
En esa oportunidad los encapuchados gritaban en su contra “fuera los ricos”, “Aquí solo podemos estar los hijos de Chávez” mientras los amenazaban con armas de fuego. “Además lanzaban piedras contra los vehículos y sostenían cuchillos en la otra mano. Todo esto pasó frente de un destacamento de la Guardia Nacional y ningún efectivo hizo nada”.
A juicio de Orozco, esto es una muestra de la complicidad que existe entre grupos irregulares y efectivos de la Guardia Nacional. “No es posible que unos guardias intentaron salir a neutralizar a estos delincuentes y desde adentro los llamaron para que no lo hicieran”, detalló.
Ante esta situación, la madre de la joven asesinada en 2014 Geraldín Moreno, Rosa Orozco solicitó al Ministerio Público ordenar una investigación exhaustiva de estos hechos, así como también una inspección en el lugar de los hechos para que se pueda verificar. “De igual forma solicito se me ratifique las medidas de protección otorgadas por la Fiscalía, no solo a mi sino a Saúl Moreno, padre de mi hija asesinada y mis abogados defensores”.