Ciudadanía, civilidad, venezolanidad. Jóvenes, viejos. Músicos, trabajadores, estudiantes… ¡Compatriotas!
Una vez más atendimos el llamado a nuestro legítimo derecho a la protesta pacífica. A reclamarle al Tribunal Supremo de Justicia de NUESTRA Venezuela el cese del (auto) golpe de estado gubernamental.
Así somos, como nos vemos acá, antes de que el gorilato militar disparara la represión madurista. Antes de que asesinaran a otro venezolano más y de que los “misiles de cianuro de Maduro” y los paramilitares de “paz y amor” accionaran las armas de fuego que la “revolución” les dio.