Víctor Maldonado es politólogo egresado de la Universidad Central de Venezuela con Maestría en Desarrollo Organizacional de la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas. Maldonado se destaca también como analista político y articulista de varias páginas web. Es miembro del directorio de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Caracas.
Entrevista por Nitu Pérez Osuna para El Venezolano (de Panamá)
En las ultimas 3 semanas se ha vivido una rebelión en las calles de Venezuela. ¿Cuál es su análisis?
Se cruzaron el hartazgo con las condiciones económicas muy precarias que ha dado como resultado una protesta masiva de los ciudadanos superando, incluso, las expectativas de los partidos políticos. Los venezolanos le han venido exigiendo que se conduzcan de manera diferente a como, hasta el año pasado, lo venían haciendo. Esta ha sido una reacción de los ciudadanos por el colapso de las medidas económicas del régimen, por la manera como este maltrata al país, y una respuesta a la pobreza y la miseria en que han hundido a Venezuela. Es tal el infortunio que aquí se vive, que ahora vemos con angustia y dolor como la gente busca en la basura algo que comer, y son personas de clases modestas que antes comían -al menos- dos veces al día y se vestían razonablemente. La experiencia de comer de la basura se conjuga con una oferta política engañosa que la mayoría creyó: que se podía vivir del petróleo, que el gobierno era una especie de Robín Hood. Ese escenario se cayó. A esto hay que sumarle la impunidad reinante que ha convertido a este país en una de las naciones más peligrosas del mundo. Lo único que le queda a este régimen para mantenerse en el poder es la fuerza de la represión y el fraude continuado hoy llamado Constituyente. El régimen reprime tanto como defrauda la leyes, el estado de derecho y la confianza del pueblo.
Uno de los jerarcas del oficialismo, Isaías Rodríguez, ha dicho que hay que escoger entre la Constituyente o una guerra civil
Desde hace ya mucho tiempo, la dictadura y el status quo le han planteado al país una dicotomía falsa: diálogo o la guerra civil. Ahora, y muy oportunamente, nos dice: Constituyente o guerra civil. Creo que no están dadas las condiciones para la guerra porque para ello tendría que haber dos facciones armadas y organizadas y ese no es el caso. Lo que sí hay en este momento es un profundo malestar ciudadano que se expresa en las calles por un lado y por el otro, un gobierno que reprime no solo con la Guardia y la Policía Nacional, sino que se vale de los llamados “colectivos” armados que actúan con total impunidad. Pero en Venezuela cada teléfono se ha convertido en una cámara de video que transmite al mundo. Ante tanta agresión la ciudadanía reacciona y resiste como puede, pero en ningún caso hemos visto dos bandos en igualdad de condiciones.
El hambre, la escasez de medicinas, la inflación y la inseguridad ¿pueden ser los convocantes a la rebelión que se observa en la calle?
Esas circunstancias son grandes convocantes, pero también lo es el modelo económico fracasado. No hay populismo bueno, todo esto es una inmensa estafa y no existen en Venezuela las condiciones de cambiar un populismo por otro, sino que estamos en condiciones para intentar un modelo económico serio, viable y sostenible como ha ocurrido en el resto de la región que pasó por condiciones similares a la nuestra y que aprendieron que con la economía era mejor no meterse. El aprendizaje es profundo y va mas allá del hambre. Por eso, la exigencia de la calle es por el cambio político total y radical porque la gente ya no quiere más a Nicolás Maduro y cuando hace tal afirmación lo que dice es que no está dispuesta a seguir tolerando ser gobernado por alguien que está lleno de frases vacías y pésimos resultados, colmado de corrupción y sin rendición de cuentas.
¿Cómo pasamos de una sociedad rentista que ha dependido del petróleo, a una sociedad emprendedora?
Lo que va a pasar en Venezuela es que vamos a pasar por pura necesidad. Primero porque si Nicolás Maduro entregara hoy, nos dejará un país quebrado y si lo hace dentro de un año, lo entregará aún mas quebrado. Por lo tanto, quien recoja los restos va a tener que hablarle muy claro a los ciudadanos y explicarle que lo que ahora estamos sufriendo sin sentido, vamos a tener que padecerlo pero para salir del abismo en que nos metieron.
Con una industria y comercio destruidos, ¿cuánto tiempo tomaría una reactivación económica?
Hay medidas que hay que tomar y la gente lo sabe. 1. Eliminar el régimen de control de cambio que ha favorecido a la corrupción y al mundo de los “enchufados”. 2. Eliminar la ley de costos y precios justos que facilitan la violación de los derechos de propiedad, la fijación de precios y costos irreales que solo han producido la paralización de las empresas 3. Flexibilidad a las leyes laborales y permitir que los tribunales e inspectorías del trabajo actúen con mesura, ponderación y con justicia. Estas serían decisiones a ejecutar de inmediato. En una segunda etapa hay que hacer financiable lo que en este momento nadie puede financiar. Hacer una revisión de las 500 y tantas empresas en manos del Estado -todas quebradas- y buscar la forma mas idónea de privatización. Una manera podría ser empaquetarlas todas en unos bonos y trasferir la propiedad de esas empresas en conjunto a las familias venezolanas. Pasaríamos entonces de un Estado capitalista a un país de propietarios. Verá usted que la relación cambia de inmediato. 30% de ellas podrá estar en manos de un conglomerados de empresarios e inversores que sean capaz de echar adelante esas empresas. Hay que reducir el intervencionismo del Estado y esto tiene que fundarse en un pacto político con un gobierno de anclaje donde se acuerden unos procesos para salir adelante.
¿Cuántas empresas y comercios han cerrado, cuántos empleos se han perdido?
Al comienzo del gobierno de Chávez teníamos unas 650 mil empresas y unas 11 mil industrias manufactureras. En este momento tenemos unas 140 mil empresas formales y menos de 4 mil industrias manufactureras. En el último año se perdieron unos 700 mil empleos porque la recesión económica que Maduro ha acumulado hasta diciembre de 2016, es de casi 21 puntos por la caída del Producto Interno Bruto (PIB). Ahora lo mas trágico es que el Fondo Monetario Internacional ha pronosticado la caída del PIB será de 8 puntos más. Venezuela va en caída libre hacia el colapso.
¿La rebelión tiene vuelta atrás?
Pienso que no, la gente no quiere cohabitar con este régimen. No veo al régimen sumiso ni entregándose, para ellos es un punto de honor el sobrevivir con las condiciones que han planteado, pero para la sociedad es un punto de honor el sustituirlo e intentar otra cosa. Estamos en tiempos críticos. Pero saldremos de esto.