Las sentencias arbitrarias de la Sala Constitucional, que suprimen la inmunidad parlamentaria de los diputados, le confieren súper poderes a Nicolás Maduro y desconoce la voluntad de quienes votaron por la Asamblea Nacional, hace ver las costuras al Gobierno, expresó monseñor Roberto Lückert León, quien fuera arzobispo de Coro. Así lo publica El Impulso.
Nicolás Maduro ha hecho suya la promesa que hiciera el comandante eterno de que nos iba a anclar en el mar de la felicidad cubana, es decir, someternos a la dictadura que en aquella isla lleva 55 años, primero con Fidel y ahora con Raúl Castro.
Allá no hay periódicos, emisoras de radio y televisión, ni gremios que no sean afectos al régimen, expuso. El aparato productivo lo acabó Fidel y, en consecuencia, el pueblo vive de las limosnas que da esa dictadura.
A ese rumbo nos conduce Maduro y con sus políticas que está aplicando, poner a los venezolanos de rodilla y con las manos extendidas para ver si les cae una cajita de Clap cuando se le ocurra a los distribuidores de este régimen.
Ya estamos viendo que está controlando a una gran parte de la población por el estómago y el martes, ante la movilización que comenzó la oposición en apoyo a la Asamblea Nacional, enseguida vino la agresión de los despiadados funcionarios que usaron todo tipo de sustancia nociva contra los opositores para impedir que hicieran uso del derecho que les da la Constitución de protestar pública, pacífica y sin armas. Estas estaban en manos de los funcionarios y de los colectivos.
Demostrando los mismos procedimientos de las tiranías, cerraron el Metro, impidiendo el acceso por las principales avenidas y bloqueando todas las calles con guardias nacionales y policías nacionales, quienes lanzaron gases lacrimógenos y otras sustancias enceguedoras contra los manifestantes, además de agredirlos y permitir que los colectivos también se ensañaran contra los que se habían movilizado para condenar la actitud de unos magistrados que están al servicio de la dictadura.
La oposición no pudo llegar a donde tenía que llegar, pero ellos, los oficialistas, no solo llegaron a la Asamblea, sino que pusieron una tarima para vociferar un patrioterismo. Y Diosdado Cabello tratando de meter miedo con los marines que nos van a invadir y se van a apoderar del país.
Yo he leído la Carta Democrática Interamericana y en ninguna de sus frases aparece que para su aplicación serán utilizados los marines.
Lo que dice claramente es que todos los países de este continente tienen que tener gobiernos democráticos y apegarse a las leyes.
La intervención de la OEA?no es armada, sino diplomática. Pero, la canciller dijo el más feo ejemplo a ir allá a insultar a medio mundo, pedir la renuncia de Luis Almagro y hablar locuras.
Me siento muy preocupado porque la situación política se ha vuelto muy grave. Y el hambre está acabando con la gente.