Las autoridades de Roma han blindado la ciudad por temor de atentados con ocasión de las celebraciones el sábado por el 60 aniversario de la creación de la Unión Europea, a la que asistirán los mandatarios de los 27 países de la organización.
El nivel de alarma por amenaza de atentados aumentó después del ocurrido el miércoles en Londres y de los ataques en el aeropuerto de Orly, cerca de París.
En una reunión especial el ministerio del Interior tomó una serie de medidas extraordinarias y ordenó el despliegue de francotiradores por toda la ciudad e instaló cámaras de vigilancia en monumentos y lugares claves.
El casco histórico de la Ciudad Eterna estará literalmente cerrado para hacer frente también a las varias manifestaciones contra y a favor de la UE autorizadas para ese día y que congregarán a unas 30.000 personas.
Unos 3.000 policías han sido movilizados alrededor del céntrico Capitolio, sede de la alcaldía de Roma, donde se llevarán a cabo las celebraciones y donde se firmó hace 60 años el primer tratado.
– Drones, tanques, cierre del espacio aéreo –
Uno de los objetivos es impedir que los grupos de “black block”, muchos de ellos provenientes de Alemania, Grecia y Francia y que se distinguen por crear violencia y destrozos, así como los llamados “antagonistas”, contrarios a la política de la UE, tomen la ciudad.
El nivel de control es tan alto que las autoridades han prohibido el sábado caminar por el centro de la ciudad con el rostro cubierto por bufandas o cascos.
Desde el funeral del papa Juan Pablo II en 2005 la capital italiana no había tenido que tomar medidas de seguridad de esa magnitud, explicaron fuentes de la alcaldía.
Los manifestantes saldrán a protestar en cuatro marchas diferentes, unas a favor y otras en contra de la organización que promueve la integración europea.
Dos de ellas deberán converger en el Coliseo, zona vigilada y controlada con varios días de anticipación.
Los controles de seguridad han sido reforzados también en las autopistas, carreteras, estaciones de tren y principales aeropuertos italianos.
Roma ha sido dividida en varios sectores de seguridad, que van desde una zona azul y verde a una zona roja, impenetrable, donde se controla el acceso.
El dispositivo entrará en vigor desde este viernes cuando el papa reciba en el Vaticano a los 27 líderes europeos.
Los mandatarios europeos así como las delegaciones diplomáticas permanecerán pocas horas en Roma.
A partir de la medianoche del viernes, el acceso al centro histórico ha sido prohibido inclusive a los peatones y los principales monumentos y sitios arqueológicos, como el Coliseo y el Foro Romano, permanecerán cerrados.
Tanques del ejército han sido aparcados en medio de la gran avenida que conduce al Coliseo para impedir ataques contra la multitud con automóviles como ocurrió en Londres y Niza.
El espacio aéreo permanecerá cerrado por varias horas y drones sobrevolarán y controlarán la capital, por disposición del ministerio del Interior.
Unidades antidisturbios, de artificieros, además de los servicios de emergencia están listos para intervenir.
En cuanto al transporte público, la alcaldía planeó una serie de cambios, cerró estaciones de metro y redujo el servicio.
La mayoría de los comerciantes del centro de la ciudad anunciaron que cerrarán sus tiendas con el fin de evitar cualquier daño durante las protestas, reseñó AFP.
Fotos Reuters