Violencia infantil delincuencial de Venezuela dice “salimos a matar”, por Gervis Medina

Violencia infantil delincuencial de Venezuela dice “salimos a matar”, por Gervis Medina

Desde hace una década y media, la violencia en el país ha dado saltos significativos, que ubican a Venezuela, en el lugar al que pertenecen los países considerados de muy alta violencia en el continente. Venezuela, con sus aproximados cincuenta y seis mil homicidios en los dos últimos años, califica como uno de los primeros países más violentos del mundo, con una tasa de homicidios de (91,8 X 100.000 h) que septuplica la media mundial; fuente Observatorio Venezolano de Violencia.

Sin duda alguna, la sociedad está conformada por la familia, por lo que debe comprenderse el comportamiento familiar para lograr entender los procesos sociales. El estudio de la familia como base de la sociedad, hace imprescindible una investigación sobre la constitución y su importancia como modeladora fundamental de la conducta juvenil. Los análisis históricos y académicos, revelan que la dinámica familiar ha sido centro de atención para muchas ciencias y para la criminología en especial, por considerarla el primer agente de socialización de un individuo capaz de incorporar patrones normativos que influirán en la adaptación del mismo y que permitirán la adecuada unión del sujeto al grupo social donde ha de integrarse.

Considero en estos momentos, que Venezuela está integrada por personas criminógenas, en la cual el Estado a través del gobierno ha influido mucho en ello, debido a una conducta exageradamente disfuncional en cuanto al trato y  división de valores que afectan la familia; enfocando su política policial en lo reactivo y no en lo preventivo. Es del conocimiento que, todo comportamiento humano ocurre en un contexto biopsicosocial, donde la familia se encuentra íntimamente relacionada con los procesos de crecimiento y evolución de cada uno de sus miembros, por lo tanto, es la primera responsable del desarrollo y desenvolvimiento normal de los hijos en cada una de sus etapas, esto dependerá entre otras cosas del nivel de intelecto y de instrucción del individuo prevalente para el desarrollo de su personalidad, que pueden dar origen a comportamientos anormales y delictuosos.

Sin embargo, hay que advertir que hechos como los ocurridos la madrugada del pasado domingo en el bulevar de sabana grande de la ciudad de Caracas, donde una (jauría de chamitos), más de una decena, que oscilan entre 6 a 10 años de edad, asesinaron a dos 2 sargentos del ejército venezolano, a fuerza de puñaladas y hojillas con el fin de robarles sus pertenencias. Tal hecho ocurrió en una zona que es liderada por una banda de infantes que se encuentran en situación de calle apodados “los cachorros” y viven en invasiones de la ciudad, quienes tienen en azotada la  zona. Como también sucede en el sector la Plaza de Indio Mara, de Maracaibo, varios chamitos en situación de calle, al igual que esta banda, andan haciendo de las suyas, a decir cometiendo actos criminales y muchos de ellos auspiciados a través de “la Mancha Criminal” con protección de funcionarios policiales, creando “Cocos Secos”.

Cuando se presentan situaciones de disfuncionalidad familiar, nos orienta hacia la presencia de la delincuencia infantil, juvenil, en la que los niños y jóvenes cometen delitos, por efectos de un proceso de socialización, de base procriminógena que de acuerdo con el enfoque criminológico se puede definir como “la expresión que hace referencia a niños, niñas o adolescentes que se encuentran en la fase evolutiva de estructuración de la personalidad, que presenta una conducta antisocial tipificada en el código penal como delito”. Termino concluyendo que en un hogar desorganizado, la existencia constante del mal ejemplo, el descuido en la educación, son el terreno abonado para conducir a la transgresión de la ley.

En este orden de ideas de explicaciones de la conducta delictiva del adolescente, infante y su relación familiar, han surgido diversas investigaciones, pero el Estado venezolano, no ha implementado los programas preventivos para evitar que esto ocurra y sancionar a los adultos involucrados en tal fenómeno social, a mi entender es una involución humana, y una evolución en la criminalidad, muy reflejadas en la película Mad Max y la obra literaria “Los miserables” de Víctor Hugo.  Es obligatoria la intervención del Estado, la Sociedad y la Familia para evitar fenómenos sociales alcanzados en los “80” en países como Guatemala, El Salvador y Honduras, donde creció la población delincuencial infantil que crearon grupos de exterminios para desaparecerlos, o evitar actos como los de un chamo delincuente llamado “Hector” quien en la entrevista dijo “y salimos a matar”

 

Gervis Medina

Abogado-Criminologo

 

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