Al menos 113 personas fallecieron después de que un enorme vertedero situado en la periferia de Addis Abeba se derrumbara el sábado por la noche, devorando literalmente a las improvisadas viviendas existentes en la zona. Algunas de las víctimas buscaban entre los desechos objetos que pudieran ser revendidos. Unas 200 personas se encontraban en el vertedero en el momento del accidente. Decenas de ellas han podido ser rescatadas de entre los desperdicios.