Desde hace seis años el servicio de Cirugía Cardiovascular del Hospital J. M. de los Ríos no hace ninguna operación de corazón porque el Cardiológico Infantil, que administraba el presupuesto nacional para esos servicios de otros centros de salud, no distribuyó más dinero para que todos los especialistas trabajaran en el lugar que se fundó en 2006.
Por Isayen Herrera / El Nacional
Los otros servicios públicos que atendían a niños con cardiopatías son el Hospital Universitario de Mérida, el Hospital Central de Maracaibo y la Asociación Cardiovascular Centro Occidental en Barquisimeto. En Caracas funcionan servicios en los hospitales Universitario de Caracas, Pérez Carreño, Militar y el de Niños.
Entre todos atendían a 1.000 pacientes pediátricos hasta hace 5 años cuando ya no recibieron más presupuesto. Solo el Hospital Militar, a través de Fundacardín, atiende un caso a la semana. Cuando se creó el Cardiológico Infantil la intención era subsanar el resto, pues al año nacen 3.600 bebés con cardiopatías.
Jorge Sanjinés, jefe de Cirugía Cardiovascular del Hospital J. M. de los Ríos, explicó que el servicio en ese centro hace intervenciones cardiotorácicas; es decir, que sus cuatro especialistas solo están haciendo operaciones de tórax y vascular periférico, pero las de corazón, que son las más necesitadas, no se están realizando.
Sanjinés explica que la razón es que ya no tienen las enfermeras perfusionistas que mantienen y controlan la adecuada circulación de la sangre durante las operaciones. De 35 anestesiólogos solamente queda uno y no hay intensivistas especialistas en cardiovascular pediátrico para garantizar la recuperación del niño, porque se fueron del hospital, a lo que se le suma la falta de insumos.
El Servicio de Cardiología solo se está dedicando a hacer diagnósticos. Los 8 cardiólogos que hay atienden por consulta a 900 niños al mes con cardiopatías; al finalizar el año hay 800 nuevos pacientes de los cuales 60% necesita operación y deben remitirlos al Cardiológico.
Los médicos cardiólogos decidieron dejar de hacer lista de espera de niños que necesitan ser intervenidos, porque ellos no pueden dar más respuestas ante la falta de recursos.
El Servicio de Cardiología, además, tiene la máquina de hemodinamia dañada y no pueden hacer cateterismo –procedimiento menos invasivo para hacer diagnóstico o tratamiento–. Los médicos únicamente pueden ofrecer sus manos, pero los padres deben buscar todos los recursos. Este año 15 niños pudieron ser beneficiados para hacerles el cateterismo con una donación de Empresas Polar, pero solo se atendió a 10 con la máquina prestada del Hospital Militar Carlos Arvelo. Los otros 5 pequeños esperan.
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