Los venezolanos, que llevan meses padeciendo la falta de alimentos y medicinas, enfrentan ahora un problema adicional generado por el colapso económico: la imposibilidad de obtener un pasaporte para salir del país, reseña El Nuevo Herald.
Por ANTONIO MARIA DELGADO
adelgado@elnuevoherald.com
Twitter:@DelgadoAntonioM
La incapacidad del quebrado gobierno venezolano para adquirir los insumos requeridos para la elaboración del documento, así como para importar los componentes necesitados para reparar los equipos averiados ha dejado a miles de venezolanos sin la posibilidad de viajar.
“De las once máquinas que se compraron para hacer pasaportes, solamente dos están funcionando. Las demás las han canabalizado porque no hay dinero para el mantenimiento”, explicó desde Washington Anthony Daquín, un ex asesor de seguridad del gobierno venezolano que ayudó a modernizar el sistema de emisión de pasaportes.
Adicionalmente, el gobierno venezolano ha incumplido con las obligaciones que había contraído con los proveedores de las láminas de policarbonato utilizadas en el documento de lectura mecánica, dijo.
Las autoridades del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime) sí cuenta con algunas de estas láminas para emitir un número muy limitado de documentos. Pero muchos de estos están siendo vendidos por funcionarios inescrupulosos en el mercado negro por montos exorbitantes.
“Están pidiendo hasta $500, en dólares”, dijo Daquín, mencionando un monto equivalente a 45 meses de salario mínimo.
Ese dinero, que está siendo desembolsado solo por personas de muy altos ingresos o por quienes están muy desesperados, es utilizado para engrasar las manos de funcionarios con acceso a los pocos documentos disponibles, en un fenómeno que ha comenzado a llamar la atención de las autoridades.
El director General del Saime, Juan Carlos Dugarte, instó el martes a la población a denunciar este tipo de práctica ilícita.
“Remitan con nombre y apellido, pongan su denuncia y nosotros la procesamos”, manifestó Dugarte, antes de anunciar que 120 funcionarios y 24 de sus colaboradores fueron procesados formalmente por la fiscalía.
Entre tanto, las oficinas centrales del Saime en Caracas se ven inundadas a diario por miles de venezolano que viajan desde cualquier parte del país con la esperanza de conseguir el documento legalmente.
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