Cancilleres y delegados de los países de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) se fijaron hoy un plazo de un mes para proponer a los jefes de Estado del bloque el nombre del sucesor de su secretario general, Ernesto Samper, quien cesó en sus funciones tras dos años y medio en el cargo.
EFE
Tras una reunión extraordinaria de cancilleres del bloque celebrada en Quito, sede del organismo, la ministra venezolana, Delcy Rodríguez, representante de la presidencia de turno de la Unasur, dijo en una conferencia de prensa que “no solamente hay un nombre, hay algunos nombres” para suceder a Samper, pero declinó hacerlos públicos.
“Nombres no vamos a adelantar porque entonces estaríamos torpedeando el proceso de consultas que hemos activado en el día de hoy entre los cancilleres para, en el lapso de un mes, tenerle una propuesta a los presidentes” sobre el candidato a secretario general, indicó.
La persona que se busca debe tener “un perfil acorde con la representatividad de la Unión de Naciones Suramericanas” y ser alguien “que debe expresar el liderazgo de este bloque regional en el ámbito de la comunidad internacional”, precisó.
La primera semana de marzo -explicó Rodríguez- se reunirán de nuevo los cancilleres “para decidir cuál será el nombre más idóneo a proponer a los jefes de Estado” de la región, quienes tendrán la última palabra en la designación del nuevo secretario general.
El canciller ecuatoriano, Guillaume Long, en declaraciones a Efe al término de la jornada, consideró que la Secretaría General debería ser ocupada por “alguien que realmente haya tenido una posición internacional de prestigio, que sea alguien reconocido, que sea un interlocutor de los mandatarios” y no descartó que pueda ser un expresidente o un excanciller.
Long comentó como “buena noticia” que los Gobiernos, pese a sus diferencias políticas e ideológicas, están de acuerdo en que no puede haber “acefalia” en la Secretaría General y en que no van a estar “torpedeando el proceso de sucesión”, que deberá ser “ágil”.
Según Delcy Rodríguez, tras la salida de Samper de la Secretaría General, la organización quedará “en pleno funcionamiento” y, además, contará con la presidencia de turno para atender la agenda del bloque.
Una fuente de la Secretaría General dijo a Efe que hasta que la Unasur cuente con un nuevo secretario general, la parte administrativa del organismo quedará bajo la dirección del jefe de gabinete de la Secretaría, Yuri Chillán.
El director de Asuntos Políticos y Defensa, Mauricio Dorfler, se hará cargo en ese tiempo de la coordinación del proceso que la Unasur auspicia para relanzar el diálogo entre el Gobierno y la oposición de Venezuela, añadió la fuente.
Según Long, el nuevo secretario general deberá “impulsar la integración” regional y asegurar “el compromiso férreo de los países miembros de que la integración sea un política de Estado, no una política de gobierno”.
También consideró necesario agilizar “todo lo que tenga que ver con el desarrollo regional”, como una nueva arquitectura financiera para la región que tenga como uno de sus ejes el Banco del Sur, entidad destinada a impulsar grandes proyectos de desarrollo y favorecer que la zona pase de tener un comercio interno del 20 % a “lo que tiene la Unión Europea, que es el 60 %”, dijo.
En su opinión, más allá de las diferencias ideológicas entre Gobiernos, es posible aumentar el nivel de integración regional y citó avances alcanzados en ámbitos como el electoral, el de la defensa, el de la salud, entre otros, puesto que, al margen de que los Gobiernos sean de izquierdas o de derechas, “les va a interesar avanzar en estos temas”.
La Unasur está formada por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.