Fue coautor y quien más trabajó para hacer posible la Constitución de 1961, la de más larga duración en Venezuela. Dos veces presidente de la República. Durante su primer mandato fue artífice de lo que se denominó “La Pacificación”, al lograr que quienes se habían ido a la lucha guerrillera la dejaran y se reincorporaran a la vida democrática. Se le llamó el presidente “viviendista” al romper récord y construir más de cien mil casas por año. Creó entre otras la Universidad Simón Bolívar y el Instituto de Altos Estudios de la Defensa. Lanzó la política sobre la “Conquista del Sur”, poniendo gran énfasis en la importancia de las regiones. Revalorizó la moneda. Durante su segundo mandato, enfrentó la crisis financiera más aguda de la historia y a pesar de soportar unos precios del petróleo muy bajos, que llegaron a promediar los siete dólares por barril, en sus manos, como el mismo lo señaló “no se perdió la República”. La realidad es que se vivió un ambiente de paz, estabilidad y crecimiento económico. Lográndose la apertura petrolera. Nada de escasez, desabastecimiento, inflación, colas e inseguridad desbordada.
Se destacó como escritor: “La especificidad de la Democracia Cristiana”, su tesis de “Derecho del Trabajo”, la biografía sobre “Andrés Bello”, “Moldes para la Fragua”, “Bolívar siempre” y “De Carabobo a Puntofijo”, entre muchos otros libros, ensayos y artículos. Hombre de familia, uno de los pocos intelectuales y el único catedrático en culminar sus periodos presidenciales. Fue el primero en recibir desde la oposición la presidencia de la República al ganar por votación universal, directa y secreta. Un ejemplo de virtudes cívicas para las futuras generaciones. Con el tiempo crecerá su legado…
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