El título de la canción “Qué triste navidad” inmortalizada por la siempre grande Nancy Ramos, pasó a ser en Venezuela el tema melancólico por excelencia que a más de uno le aguaba el guarapo en estas fechas, porque evocaba la ausencia de esos seres queridos y de momentos gratos y de unión que quedaban en el pasado; ahora y gracias a la revolución, los venezolanos sin duda alguna tendremos una triste navidad, debido a la ausencia de las hallacas, de las comidas, de las bebidas y de la felicidad manifestada con fervor en el último mes del año.
Triste navidad porque muchos venezolanos pasarán las navidades tras las rejas aún siendo inocentes; porque muchos hermanos pasarán por la pesadilla de morir de mengua por la falta de medicinas; porque más de dos millones de coterráneos se alimentan de la basura; porque la inseguridad en estas fechas nos arrebata de manera violenta a muchos seres queridos para robarles un teléfono celular, una moto u otro bien; porque nos han condenado a las colas, a la escasez y a la miseria.
Triste navidad porque mientras el gobierno de Nicolás Maduro continúe en el poder, no hay estado de Derecho, no se respeta la vida y la impunidad en los delitos marca la pauta judicial en Venezuela. Triste navidad porque serán millones los hogares que no tendrán villancicos ni aguinaldos porque el país de alguna manera está de luto por la crisis humanitaria, la escasez y el desabastecimiento que nos embarga.
Triste navidad para nuestros abuelos a quien el gobierno de manera grotesca les negó el derecho al bono de alimentación y de salud aprobado por la Asamblea Nacional; porque los aguinaldos se nos convirtieron en sal y agua y porque lo poco que quedó fue para comprar algo de comida; porque no habrá estrenos y porque en muchos hogares no llegará el Niño Jesús; porque las tradiciones se han perdido en el tiempo.
Triste navidad porque no siendo suficiente para este gobierno que nos mantuvo en 2016, en colas y más colas hasta para comprar un bocado de pan; ahora como regalo de navidades sacó de circulación y de manera desordenada el billete de 100 Bolívares, y ahora somos millones que bajo la angustia y la desesperanza, hacemos colas en los bancos para depositar y sacar lo poquito que se pueda para poder medio tener algo para la noche buena y año bueno.
Sin embargo, y frente a todas estas calamidades y pesadillas que hemos vivido, tenemos la esperanza, la convicción y la fe en Dios, que 2017 aunque será un año de compromiso personal y de trabajo en equipo y unidad, el pueblo venezolano de manera pacífica y constitucional, va a lograr el cambio de un modelo político que nos ha de llevar a la reconciliación, al reencuentro, a la paz, a la justicia, al progreso y a la felicidad de todo el país.
Desde el CES de Acción Democrática de Aragua, y en el mio propio les deseamos una navidades de fortaleza, de esperanza y de fe en el futuro democrático que nos merecemos. Es válido en estas fechas orar mucho por nuestro país, y de reflexionar en torno a ese aporte que podemos brindar cada venezolano desde la trinchera que se encuentre para hacer de nuestra Venezuela, ese país de ensueños y de porvenir.
@cleverlaraad