Empresas fantasma, paraísos fiscales, investigaciones tributarias, malabares legales en los mejores bufetes de abogados… El lado turbio del fútbol. Y ahora con Cristiano Ronaldo, el inminente Balón de Oro por cuarta vez, en el centro del escenario, reseñó El Mundo.
Por Paula Guisado
Desde principios de 2009, meses antes de su llegada al Real Madrid, Ronaldo resguardó sus ingresos por derechos de imagen en varias empresas de las Islas Vírgenes Británicas, un paraíso fiscal en el Caribe.
Estas compañías funcionaban de manera opaca en un esquema propio de sociedades instrumentales sin actividad real, sin empleados y que operan a través de testaferros profesionales.
Los seis primeros años, Tollin Associates, una compañía radicada en un apartado postal en la ciudad de Road Town, protegió sus 74,8 millones en ingresos publicitarios. En 2015, otras dos empresas caribeñas en el mismo paraíso fiscal y con la misma dirección que Tollin, Adifore Finance y Arnel Services, le compraron sus derechos de imagen hasta 2020 por otros 75 millones.
La operación se realizó a través de Mint Capital, compañía vinculada al empresario Peter Lim, y acabó en una cuenta suiza del jugador. Ronaldo generó así casi 150 millones de euros en publicidad y, gracias a la opacidad de su estructura, en un principio sólo pagó directamente al fisco español 5,6 millones por ello, menos del 4% del total.
Continuar leyendo en: elmundo.es