El Congreso peruano aprobó el jueves una norma llamada “ley contra el transfugismo” que prohíbe a los parlamentarios que renuncian o son separados de su agrupación política sumarse a otra bancada.
AFP
La norma busca detener una costumbre arraigada en el Congreso en los últimos veinte años, con varios casos de legisladores que, una vez elegidos, renunciaban a su agrupación política y de inmediato pasaban a otro grupo o formaban una nueva bancada con otros disidentes.
Los casos más sonados datan del inicio del tercer gobierno de Alberto Fujimori a mediados del 2000 cuando, a través de su asesor Vladimiro Montesinos y a cambio de dinero y favores políticos, se reclutó a legisladores de otras bancadas para engrosar la mayoría oficialista de aquel entonces. Hoy ambos personajes están presos.
Recientemente, en el gobierno del expresidente Ollanta Humala (2011-2016), su partido colocó en el Congreso a 47 parlamentarios sobre 130 escaños. Sin embargo, 20 abandonaron la bancada por diferencias ideológicas u otros motivos, y algunos de ellos se convirtieron en los principales opositores del gobierno de ese momento.
La norma fue impulsada por la actual bancada fujimorista, que cuenta con 72 legisladores tras la renuncia de una parlamentaria. Aunque su propuesta no fue respaldada por todo el partido y requirió para su aprobación contar con votos oficialistas de Peruanos Por el Kambio (PPK) y del Partido Aprista.
La legisladora Yeni Vilcatoma, quien hace unas semanas dejó la fujimorista Fuerza Popular por discrepancias internas, rechazó la norma porque dijo que convierte al renunciante en un “paria político”.
Con su renuncia, por ejemplo, ella perdió su asiento en las cinco comisiones que integraba y dijo que acudirá al Tribunal Constitucional para dejar sin efecto la norma “porque vulnera el derecho de los congresistas a integrarse libremente a otros grupos parlamentarios”.
Otras agrupaciones con menos legisladores respaldaron a Vilcatoma. Sostuvieron que el objetivo de los fujimoristas es evitar más renuncias en su bancada y perder la mayoría absoluta.
Para la izquierdista Indira Huilca (Frente Amplio), este proyecto “solo silencia a los congresistas que renuncian y son expulsados”.
El presidente de la Comisión de Constitución, Miguel Torres (Fuerza Popular), quien sustentó el proyecto, dijo que entre el 2001 y el 2016, se formaron 14 grupos parlamentarios distintos a los que fueron elegidos en las urnas.
“Cada uno de ellos representó un gasto adicional de 300.000 soles (unos 88.000 dolares) al año y que en ese periodo, fueron 96 los congresistas que renunciaron a sus bancadas de origen”, precisó.