Son muchas las cuentas matemáticas, cadenas y rumores que han surgido desde que el Consejo Nacional Electoral finalmente dio a conocer las fechas en la que se realizará la recolección de las manifestaciones de voluntades del 20% del registro electoral para lograr la activación del Referendo Revocatorio. En su mayoría con el denominador de común de hundir las esperanzas de los venezolanos de lograr el cambio por esta vía.
Una de las desesperanzas más grandes es que al ser fijada la recolección para los días 26, 27 y 28 de octubre, tomando en cuenta que hasta la fecha el CNE ha optado por emplear los lapsos máximos establecidos en la ley para cada uno de los trámites requeridos, el referendo no podría realizarse antes del mes de marzo.
A los creyentes de esta opinión les decimos que si bien esos cálculos son correctos, también es cierto que los plazos establecidos en la norma son los tiempos “máximos”. Lo que quiere decir que es posible realizar la consulta en un tiempo menor, ya tenemos un precedente y es la realización de unas elecciones sobrevenidas realizadas en 35 días, como fue el caso de las presidenciales en 2013. De ahí la importancia de la presión que debemos hacer, para exigir que cumplan con la constitución, y respeten la voluntad de cambio que exigen ya más del 80% de los venezolanos.
Otra inquietud que se presenta es si la cantidad máquinas es suficiente para alcanzar la cuota del 20% requerida, es decir las 3.893.129 firmas requeridas. Si bien no será posible que los cerca 11 millones de venezolanos que de acuerdo a las encuestas desean firmar para lograr la activación del revocatorio, con la cantidad de máquinas desplegadas podríamos alcanzar hasta 4.416.048 de manifestaciones de voluntades, con lo que conseguiríamos activar el Referendo Revocatorio.
El tercer punto que más preocupa a los venezolanos es la localización de los puntos de validación, ya vivimos en la recolección del 1% estos inconvenientes, pero si algo nos dejó claro esa experiencia es que los venezolanos estamos decididos a lograr el cambio, y si nos colocan como único punto de validación la cima del Roraima, allá llegaremos porque la libertad de nuestro país lo vale.
Con esto no quiero decir que tiramos la toalla, y aceptaremos la condiciones injustas e inconstitucionales impuestas por las comadres, lo que quiero transmitirles es que a pesar de que será un camino complicado, lleno de adversidades aún se mantienen vivas las esperanzas de recuperar nuestra libertad. Ahora atravesamos los momentos más oscuros de la historia de nuestro país, pero siempre la noche se hace más oscura justo antes del amanecer y ahora estamos muy cerca de presenciar el resurgir de una nueva Venezuela.
Aarón Rodríguez Moro – @RodriguezAaron