El presidente de Brasil, Michel Temer, fue el primero en votar hoy en su colegio electoral en los comicios municipales que se celebran en todo el país y evitó una manifestación que había sido programada por estudiantes a la hora en que supuestamente depositaría su sufragio.
AFP
Pese a que la Presidencia había anunciado que Temer votaría hacia las 11.00 hora local (14.00 GMT), el jefe de Estado llegó al colegio electoral montado en la Pontificia Universidad Católica (PUC) de Sao Paulo faltando diez minutos para la apertura de las urnas y votó a las 08.00 (11.00 GMT).
La decisión le permitió evitar una manifestación que un grupo de estudiantes de la PUC había programado contra el mandatario, al que acusa de ser “golpista” y de haber “tramado” la destitución de la presidenta Dilma Rousseff para sucederla.
Cuando el gobernante votó no había ningún manifestante en la PUC, un tradicional reducto de la izquierda en Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil.
En la manifestación convocada por las redes sociales con el nombre de “Temer no votará” los estudiantes pretendían repetir el eslogan “Fuera Temer” que se ha convertido en grito de campaña de los grupos contrarios al nuevo presidente.
Temer asumió la Presidencia brasileña con plenos poderes el 31 de agosto, cuando el Senado destituyó a Rousseff tras juzgarla y considerarla responsable de unas irregularidades fiscales.
La presidenta destituida negó los cargos en su contra durante todo el proceso, aseguró que las irregularidades que le atribuían no constituían un delito y atribuyó el proceso a un complot liderado por Temer, entonces su vicepresidente, contra el Partido de los Trabajadores (PT), formación que gobernó 13 años Brasil primero con Luiz Inácio Lula da Silva y después con Rousseff.
El presidente no sólo eludió la manifestación en su contra sino también a la prensa, ya que sólo pocos periodistas estaban en la PUC cuando el jefe de Estado llegó a votar.
En las breves declaraciones que concedió a los periodistas que lo esperaban, el gobernante resaltó la importancia de las elecciones municipales como una nueva demostración de la democracia en Brasil.
Unos 144,5 millones de electores están convocados para las elecciones de este domingo para renovar las alcaldías y los concejos municipales de las 5.568 ciudades del país.
En unas elecciones que renovarán el mapa político municipal del país tras la destitución de Rousseff, los candidatos que figuran como favoritos son en su mayoría de los partidos que apoyan a Temer.
Las encuestas de intención de voto prevén que el Partido de los Trabajadores puede sufrir su mayor revés en unas municipales en los últimos veinte años, por lo menos en las 93 mayores ciudades del país, en las que tan sólo tiene cinco candidatos favoritos.
De conquistar tales cinco alcaldías, el PT conseguirá menos de la tercera parte de los 17 gobiernos municipales de grandes ciudades que obtuvo en las municipales de 2012 y tendrá su peor desempeño desde 1996, cuando conquistó las alcaldías de 9 de las 93 mayores ciudades de Brasil.
Por su parte, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño, liderado por Temer, puede elevar su número de alcaldes en las grandes ciudades desde los 11 elegidos en 2012 hasta posibles 18 en los comicios de este año, según las encuestas.