El secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Samper, considera que con la incorporación del Vaticano a la mediación en favor del diálogo entre el Gobierno y la oposición de Venezuela “se abre un nuevo espacio” en ese proceso.
EFE
En una carta dirigida a los expresidentes de Panamá, Martín Torrijos; España, José Luis Rodríguez Zapatero; y República Dominicana, Leonel Fernández, que median entre el Ejecutivo y los opositores, Samper expone que esas expectativas obedecen a la “autoridad moral” del Papa y “a la confianza que han depositado en él, al pedirle su intervención”, ambas partes.
La opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) solicitó este miércoles formalmente al Vaticano que sirva como mediador en un potencial diálogo con el Gobierno de Nicolás Maduro después de que el papa Francisco manifestara su disposición a impulsar estos encuentros.
En la misiva, a la que hoy tuvo acceso Efe, Samper invita a los exgobernantes a “redoblar” esfuerzos en favor de una salida pacífica a la situación en Venezuela, “como se hizo recientemente en Colombia después de medio siglo de confrontación”.
También anima a los expresidentes, que actúan bajo el auspicio de la Unasur, a dar seguimiento a una Iniciativa de Estabilización Solidaria que busca, “a partir de una unificación cambiaria, un programa de abastecimiento rápido” y “el redireccionamiento de los subsidios hacia las personas que lo están necesitando”.
Se trata de medidas encaminadas a mejorar las condiciones sociales, lo que resulta “indispensable para el buen suceso del diálogo democrático”, escribe Samper en su carta, fechada el 26 de septiembre.
El que fuera presidente de Colombia entre 1994 y 1998, destaca como logro la disminución de la “polarización política” que existía al inicio de las gestiones de los tres mediadores que, según él, han permitido “construir espacios de confianza e interlocución” entre las dos partes.
Samper subraya también que se ha avanzado en aspectos como la definición de una agenda que recoge las aspiraciones de Gobierno y oposición y la identificación de acciones para lograr “un mayor equilibrio institucional de poderes”, al tiempo que resalta, sin citar nombres, la liberación “de algunos activistas políticos involucrados en episodios electorales”.
El expresidente colombiano señala como objetivo de esta labor de mediación que, “previa visibilización de las víctimas” de las guarimbas (protestas violentas), puedan quedar en libertad “algunos detenidos”.
También expresa la convicción de que el diálogo “sigue siendo la mejor y más pacífica salida a las dificultades” en Venezuela, frente a “la presión, la exclusión o el injerencismo”, cuyos “costos sociales e institucionales podrían llegar a ser mucho más dolorosos que los que se pretenden conjurar”.