La periodista de investigación Sebastiana Barráez publica en su columna en el semanario Quinto Día el caso del inspector naval Wilfredo Urbáez, quien teniendo boleta de excarcelación, el Sebin se niega a dejarlo en libertad.
URBÁEZ. Es el capitán del caso de los ferrys. Sigue detenido en el Sebin. Aunque la juez le dio boleta de excarcelación, el Sebin se negó a dejarlo en libertad. La orden de la juez obligaba a Wilfredo Urbáez a presentarse cada 8 días. Como el Sebin nunca lo dejó en libertad, Urbáez no se pudo presentar ante el Tribunal, cuya juez ahora le revocó la medida de libertad. Urbáez tiene un cuadro crítico de salud que afecta su movilidad. La traumatólogo forense del Sebin hizo dos exámenes médicos (18/05/2016 y 26/11/2015) donde consta esa gravedad (Acta de Investigación del 18/5/2015, suscrito por el Inspector Johan Palmese): “Osteoartrosis severa cadera derecha. Susceptible a reemplazo total de dicha articulación… Hernia discal lumbar a descartar. Síndrome varicoso en ambos miembros inferiores. Se sugiere: Intervención quirúrgica urgente de reemplazo articular total de cadera derecha, evaluación por especialista en neurocirugía, evaluación por especialista en cirugía cardiovascular…”. Les dije que en el Sebin nadie puede salir libre a menos que pague una suma millonaria en dólares; eso se implementó desde el 2014. La dolarización fue un experimento de tres millones de dólares con alias El Boyaco. Hay casos en que el detenido con boleta de excarcelación ha permanecido un año más, en clara violación a su libertad. El que negocia en nombre de los funcionarios del Sebin es Walid Mackled. Más allá de la asombrosa irregularidad, desde un general hasta el más humilde de los presos, ha sufrido allí cárcel más injusticia. Es extraño que el vicepresidente de la República, Aristóbulo Istúriz, siendo un hombre de la vieja izquierda, con principios de justicia social, se haga el ciego, sordo y mudo ante lo que ocurre en el Sebin.
Lea íntegra la columna de Barráez en Quinto Día