Varios carteles que invitan a los turistas a marcharse o incluso los dibujan como cerdos que ensucian la ciudad han aparecido esta semana en Venecia (noreste de Italia) tras los últimos episodios de mala educación y de la degradación fruto del turismo de masa.
Cada vez quedan menos y cada vez están más enfadados, los residentes de Venecia han reaccionado colgando carteles con escrito en inglés: “Turistas marcharos” o “No sois bienvenidos” con un claro objetivo de provocación contra el mal comportamiento de los visitantes que cada día invaden la ciudad de los Canales.
En uno de ellos se representaba al turista como un cerdo, vestido con pantalones cortos y sin camiseta, que arrojaba a basura por la ciudad y sobre el dibujo se había escrito la palabra “STOP”.
La protesta se produce después de un nuevo verano en el que el turismo de masa, pero sobre todo maleducado, ha dejado imágenes como la de un grupo de jóvenes que el pasado 17 de agosto intentaron saltar al Canal Grande para darse un baño o el salto de dos chicos desde el puente de la Paglia.
El diario “Corriere della Sera” ilustra la imagen de una Venecia en la que los turistas abren las tiendas de campaña en los jardines de la ciudad, organizan comidas en las orillas de los canales y sobre todo producen toneladas de basura que se acumulan en cada rincón.
Según el diario local “Corriere del Veneto” cada día se recogen 30 metros cúbicos de desperdicios.
Así como la masiva presencia de turistas también ha provocado que aumenten los robos y sólo en agosto se han producido ya 120 detenciones, informa el rotativo.
Ante los últimos episodios, como el del 13 de agosto cuando un turista borracho que saltó del puente de Rialto y cayó sobre una barca que pasaba en ese momento, el alcalde de la ciudad, Luigi Brugnaro, ha reiterado su petición de mayores poderes en materia de orden público.
“Contra ladrones, vándalos y borrachos. Una noche en el calabozo”, escribió Brugnaro en su cuenta de la red social de Twitter.
Pero para “Corriere della Sera” otro de los problemas del “estrés” al que se somete a Venecia es el de sus propios residentes que “explotan de manera indecente el aluvión de turistas”.
Según el último informe de la Guardia di Finanza (Policía financiera italiana), son 1.900 los alojamientos registrados para los visitantes de Venecia.
Los venecianos eligen marcharse y alquilar sus casas como “Bed and Breakfast” (Cama y desayuno), por lo que la despoblación de la ciudad crece con cerca 1.000 habitantes menos al año y actualmente son solo 55.000 los residentes, mientras que en 2015 pasaron por Venecia 34 millones de visitantes. EFE