José Luis Centeno: Carestía, con “c” de Cambio

José Luis Centeno: Carestía, con “c” de Cambio

thumbnailjoseluiscentenoLa carestía, hija de la ineficacia, hizo imperativo el cambio, que a su vez hace innegociable el revocatorio, y, por añadidura, impuso la transición cristalizada cuando Colombia recibió a 500 mujeres venezolanas que, literalmente, le pasaron por encima a los militares para llegar a Cúcuta en busca de comida, luego fue un “mar humano” ante el cual el vecino país se creció en nobleza y generosidad, dejando tras de sí aturdido al régimen con el mismo grito que resonó en Valencia durante el concierto de Chino y Nacho, “Y va a caer, y va a caer”, obvio, así como el hambre se siente en los hogares venezolanos el gobierno de Maduro se está cayendo a pedazos, corre hacia el vacío el régimen más corrupto e ineficiente de la historia, porque la solución nunca fue distribuir la carestía sino producir en Venezuela lo que necesitamos y eso difícilmente lo logrará Padrino, aunque pudiese hacer un buen papel en la transición urgida por el oficialismo para no ser pulverizados, más cuando no tienen a donde correr a esconderse.

Además de la imperiosa producción, la carestía le generó al régimen un problema mayor: #CambioYA, una tendencia que avanza exponencialmente, según sondeos de opinión 58% de los venezolanos están muy dispuestos a firmar para activar el revocatorio, serían nada más y nada menos que 11 millones de electores que firmarían por el revocatorio. Claro, como la tendencia sigue avanzando a paso de bachaquero, aquellos “10 millones por el buche” serían una nimiedad ante la paliza que recibiría Nicolás, él lo sabe, así como todo sus secuaces, y perdiendo él, todos pierden, y para no perder del todo se aferran a la transición con un Padrino que hasta Rocío San Miguel considera que es un tipo serio y respetable, que es mucho decir viniendo de ella. Ahora bien, cambio no es transición, el cambio es una aspiración popular convertida en un propósito claro que se materializará con el revocatorio, pedido incluso por chavistas arrepentidos, antagónicamente, la transición es una estrategia de la cúpula corrupta del gobierno para sobrevivir.

Mientras Jorge Celedón congregó a más de 20.000 colombianos en Miami para celebrar su fiesta patria, Maduro unió a más de 100.000 venezolanos para cruzar la frontera y comprar alimentos, medicinas y productos de higiene personal en Colombia. La canciller colombiana, María Ángela Holguín, viajando a la frontera para evaluar esa situación con el propósito de colaborar y apoyar a los venezolanos, hizo patético el “papelón” de Vielma Mora y la Sala Inconstitucional del TSJ declarando válida la prórroga del Estado de Excepción y Emergencia Económica Nacional y nula la destitución de magistrados hecha por la Asamblea Nacional, poniendo de manifiesto que “La ineptitud estructural del des-gobierno venezolano, para resolver los problemas de las mayorías, es la causa principal de la tragedia que vive el país” -Dieterich dixit-, causa principal a su vez de la tendencia indetenible del #CambioYA, para el retorno a la normalidad institucional de Venezuela, el cese del conflicto de poderes. “Un solo puente dice más que mil cadenas…”, dijo genialmente Leonardo Padrón a propósito de esta realidad.





En un país donde la madre del difunto Hugo Chávez culpa al gobierno de la muerte de otros de sus hijos, es comprensible que el debilitado chavismo se refugie en Padrino, en Zapatero a la cabeza de los aliados del castrismo contra el referendo revocatorio, porque, como es lógico, una revolución donde se genera hambre y muerte no puede ser más que causa de perdición para el gobierno en momentos cuando acrecienta el prestigio de su par neogranadino, y ahí están las diferentes imágenes de los puentes Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander para revalidar la convicción de que el socialismo es una pésima opción política, para afianzar la certeza de que este año habrá revocatorio así lo nieguen unos cuantos psicóticos, porque lo sucedió en la frontera y el cumplimiento del 1% que está en acta es muestra de que un pueblo unido es invencible.

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