Vecinos y comités locales de abastecimiento y producción (CLAP) de varias parroquias de San Félix asistieron este miércoles a una reunión con el comandante del Destacamento de Seguridad Urbana (Desur) Bolívar, Freddy Zambrano, en el estadio La Ceiba, cuyo tema central giró en torno a la distribución de Alimentos Polar en las bodegas con código, publica Correo del Caroní.
Zambrano comenzó a conversar con los asistentes con casi dos horas de retraso, un poco antes de las 11:00 de la mañana. Las expectativas eran altas, miembros de CLAP de comunidades que no cuentan con bodegas con código Polar esperaban ser asesorados para obtener la mercancía, mientras otros querían solicitar a la empresa privada mejorar el abastecimiento de productos que hoy en día significan la salvación de las familias, ante la ausencia casi total de las jornadas alimenticias del Estado.
“Si no es por Alimentos Polar no hay comida en las comunidades”, dijo Ana María González, residente del sector III de 25 de Marzo, quien alegó que aun así es poco lo que llega a las bodegas de su barriada. “Uno subsiste comprando productos brasileños, dejas de comprar cualquier cosa para darle comida a tus hijos”, prosiguió, pues recuerda que la última vez que Mercal vendió un combo de comida en su comunidad fue en febrero de este año.
Hilario Espinoza, vocero del consejo comunal Camino a Caroní de Libertador II, parroquia Vista al Sol, y miembro del CLAP de su comunidad, indicó que Alimentos Polar abastece cada 15 días las bodegas de esta zona, “pero el problema es que lo que llega alcanza para venderle a 40 o 60 familias, y nosotros tenemos más de 300” registradas en el censo.
Ante esto, la propuesta de Desur es que “las bodegas trabajen de la mano con los CLAP”, para que sea esta célula (controlada por el PSUV) la que dirija la distribución de los alimentos básicos producidos por esta empresa privada.
“No hicimos nada”
María Mendoza es dueña de una bodega con código de Alimentos Polar en 25 de Marzo desde hace 25 años. Asegura que en su comunidad el CLAP no está constituido por divisiones que hay dentro del consejo comunal y todo el vecindario. “Yo, por lo menos, no estoy con un gobierno que hace que mis hijos pasen hambre. No soy política de ningún bando, yo si no trabajo no como”.
La mujer asegura que recibe, cada 15 días, entre ocho y 10 pacas de harina P.A.N. “y siempre vienen los del CLP (Círculo de Lucha Popular, del PSUV), a revisar cuánta mercancía llega, y tengo las listas donde son ellos y su familia los primeros que compran”.
No está de acuerdo con que se pretenda oficializar que sean los CLAP quienes distribuyan la comida que llegue a las bodegas con código Polar, “o sea, que el que vive frente mi bodega yo no le puedo vender porque pertenece a otro consejo comunal, un vecino que tiene toda la vida comprándome, no puede ser”.
Según la propuesta del militar, el bodeguero solo podría quedarse con una paca del producto para abastecer a su familia, y lo demás lo distribuye el CLAP. “A mí no me parece justo. Yo ayudo a mi familia. En mi núcleo cercano son 15 familias de escasos recursos a las que yo les guardo la comida, ahora entonces yo no les voy a poder vender porque no están en mi consejo comunal (…) esa reunión de hoy lo que, más que todo, fue un acto político”, criticó.
Por su parte, Espinoza opinó que “no hicimos nada, no llegamos a nada. Estábamos esperando que viniera alguien de Polar para pedir código y solicitar más abastecimiento”. Al contrario, estuvo una representante de la Superintendencia Nacional de Gestión Agroalimentaria (Sunagro) explicando los pasos para registrarse en el sistema y obtener el código de Silos, Almacenes y Depósitos Agrícolas (SADA).
“Nosotros preguntamos si había algo por escrito sobre Polar, pero el comandante (Zambrano) dijo que eran órdenes del presidente Nicolás Maduro que las bodegas de Polar trabajen con el CLAP”, refirió Espinoza, opinando que “eso no nos va a sacar del problema, porque el problema es que no hay suficientes alimentos”.
Espinoza dijo que su CLAP ha logrado auditar la mercancía que llega a la bodega que recibe Alimentos Polar en Libertador II “y no alcanza. Es poco lo que llega y de verdad que se vende todo”.
María Mendoza asegura que “todos los guardias (nacionales) que llegan con la mercancía a mi bodega se quedan con una o dos pacas de harina P.A.N., ¿Por qué, pues?”. Los funcionarios custodian los camiones de la empresa hasta el punto de destino, para evitar los saqueos.
Ante la falta de comida en la red pública de supermercados, el Gobierno busca que la comida de Alimentos Polar sea distribuida por los CLAP y no por bodegueros que tienen hasta más de 20 años vendiendo los productos
Golpes a la producción
Los CLAP se implantaron como la solución a los problemas de corrupción dentro de la red estatal de supermercados, a raíz de laOperación ataque al gorgojo que detectó presuntas irregularidades en los abastos Bicentenario del país.
El presidente Nicolás Maduro habló, en un principio, que la distribución de comida a los CLAP la realizarían los establecimientos del Estado. Sin embargo, la Guardia Nacional (GN) pretende incluir los productos de Alimentos Polar a esta forma de distribución, ante la escasez de comida en los supermercados estatales.
Vale resaltar que Empresas Polar ha sido atacada por el presidente Maduro, acusándoles de responsables de la guerra económica, incluso en campañas audiovisuales en medios de comunicación, aun cuando sus productos son los que están abasteciendo a las comunidades menos favorecidas. Además, la compañía ha declarado que en los últimos dos años, las trabas en la asignación de divisas para adquirir materia prima han obstaculizado el correcto funcionamiento de las líneas productivas de distintos rubros como los untables y las pastas alimenticias.