A medida que la decadencia y el fin de un gobierno autoritario y autócrata se acerca, es propio de sus voceros subir el tono de violencia, de agresividad y de amenazas hacía sus oponentes y hacía el pueblo en su conjunto, porque sólo a través de esta vía se pueden expresar, porque ciertamente el nivel de rechazo abarca grandes porcentajes, que nadie de manera espontánea, tolera ni cree en un discurso manipulado y con fines personalísimos que en nada aportan a la solución de los problemas y conflictos de esos países.
En el caso específico de Venezuela, observamos con atención como frente a un proceso constitucional que debería darse en términos de absoluta normalidad, como es la solicitud del Referéndum Revocatorio al mandato del presidente Nicolás Maduro, ha generado un pánico dentro del partido de gobierno, y ante la falta de credibilidad y apoyo popular, utiliza a voceros descalificados para hablar al respecto, y enunciar con mucha seguridad que este año no se llevará a cabo este proceso comicial, mientras el silencio cómplice de la Presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena y sus rectoras, causa malestar e indignación en la sociedad venezolana que exige un cambio inmediato en la conducción política del país, y por ende una respuesta y se anuncie al país, la fecha para la recolección del 20% de las firmas exigidas para que se lleve a cabo este proceso.
En nuestro estado Aragua, tenemos un gobernador que lejos de ocuparse de los grandes problemas que atañen a nuestra entidad, se ha convertido en una suerte de vocero del Consejo Nacional Electoral, usurpando funciones que no le competen en lo absoluto, porque él no tiene las credenciales del órgano comicial para afirmar que este año no se celebrará el Referéndum Revocatorio, ni las elecciones a gobernadores y a diputados a los consejos legislativos. Los aragüeños sabemos que su objetivo es desmotivar a esa gran mayoría que ve en el Revocatorio, una salida a esta soberana crisis en la que nos sumergió la revolución, y que de seguir al frente del gobierno nacional, Nicolás Maduro, el desastre nacional es de pronósticos reservados.
Ciertamente la credibilidad y aceptación de estos seudo líderes regionales del PSUV, cada día están más mermadas y cuestionadas ante la opinión pública, porque cómo carajo hablan de progreso, de calidad de vida, de salud, de educación, de abastecimiento y de producción, cuando tenemos un pueblo muriendo de hambre y de mengua, como consecuencia de políticas erróneas y por la corrupción que ha hecho mella en todas y cada una de las instituciones de poder de este gobierno.
El sábado por ejemplo, cuando en nuestro estado Aragua, la unidad en su conjunto se movilizó en una gran marcha por la recolección del 20% de firmas para la activación del Referéndum Revocatorio, un PSUV diminuído y venido a menos, trajo en contraparte a una de las figuras más rechazadas y cuestionadas de su gobierno, como lo es Diosdado Cabello, quien de manera tajante, abusiva y grosera, y usurpando también funciones de los rectores del Consejo Nacional Electoral, afirmó de manera déspota contra una gran mayoría de venezolanos que el pasado 6 de diciembre se pronunciaron a favor de un cambio, que este año no habrá revocatorio, aunque lloren y pataleen. Y, lo más grave aún, que sin ser magistrado ni miembro de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, afirma que los diputados del estado Amazonas, podrían ir a la cárcel si se reincorporan a sus funciones en la Asamblea Nacional, una vez que el órgano parlamentario, ha anunciado que esta semana, se hará justicia y que por fin, Amazonas tendrá representación, voz y voto en las decisiones legislativas del país.
Con mucho orgullo y con el pecho henchido dicen que Aragua es la Cuna de la revolución, y traen a colación cifras y estatísticas manipuladas para enarbolar las banderas de un proceso, que sólo ha traído sangre, sudor y lágrimas a un pueblo que alguna vez creyó en ese mensaje encantador, y contra un conglomerado que jamás creyó en una política populista, oportunista y de exterminio. No obstante, el tiempo nos ha dado la razón, y hoy vemos que no era un capricho adversar a un gobierno militar cívico, sino era una advertencia para salvaguardar la patria, ultrajada y violentada por la revolución.
Por lo menos en la supuesta Aragua potencia, cada día vemos más niños en las calles, y específicamente en los semáforos de las principales avenidas, vemos el estado deplorable y desolador de menores pertenecientes a etnias indígenas, pidiendo limosnas para sobre llevar la pela y el hambre que llevan a cuestas en su humanidad. Estos pequeños no conocen ni han visto ni siquiera en foto, las famosas Canaimitas de las que el gobierno hace alarde. Dónde está la protección y la manutención a nuestros niños, niñas y adolescentes, dónde está la promesa de que la revolución acabaría con los niños de la calle y otras ofertas engañosas más. Lamentablemente, todo esto quedó en veremos y en una mentira más de la que hoy no podemos estar orgullosos en nuestro estado. Así un sinfín de calamidades nos embargan y nos atormentan a diario, ante la desidia de un gobierno que se ha burlado de las necesidades de su pueblo.
Yo con mucha propiedad, afirmo que en este devenir político y en esta lucha por rescatar nuestro estado de derecho, de nuestra democracia, y de libertades políticas, Aragua será a esta cruzada por el cambio, lo que significó Carabobo a la Independencia. Es decir, en estos momentos estamos librando una batalla contemporánea del bien contra el mal, y ciertamente, los aragüeños no daremos descanso a nuestro cuerpo y a nuestra alma, para aportar esa cuota histórica por el rescate de nuestra democracia y de nuestra libertad. Adelante, sí podemos y lo lograremos.
Clever Lara
Secretario de Organización
Acción Democrática Aragua
@cleverlaraad