La Iglesia católica denunció este martes un aumento amenazante del poder militar en Venezuela, y atribuyó la crisis del país a un “proyecto totalitario” implantado por el chavismo.
“El acrecentamiento del poder militar es una amenaza a la tranquilidad y a la paz”, señalaron los obispos venezolanos en una declaración emitida tras su reunión anual en Caracas.
El episcopado añadió que los problemas del país -sacudido por una crisis política y económica, y altos niveles de criminalidad- hunden sus raíces en la “implantación de un proyecto político totalitario, empobrecedor, rentista y centralizador que el gobierno se empeña en mantener”.
El presidente Nicolás Maduro -heredero político del fallecido Hugo Chávez (1999-2013)- sostiene que la crisis es fruto de una “guerra no convencional” de la oposición y empresarios de derecha para derrocarlo, aprovechando la caída de los precios del petróleo.
Frente a ello, ha invocado la necesidad de otorgar más poder a los militares, que tienen una amplia participación política y económica en el gobierno.
Este martes, la Fuerza Armada comenzó a fiscalizar la distribución de alimentos en puertos, aeropuertos y empresas, luego de que Maduro anunciara un plan para paliar la escasez, que será controlado por el ministro de Defensa, Vladimir Padrino.
La Conferencia Episcopal subrayó que “la democracia en Venezuela está resquebrajada” y acusó a Maduro de no hacer lo suficiente “para reconstruirla”.
Pese a sus críticas al oficialismo, los obispos reiteraron la disposición de interponer sus “buenos oficios” para “facilitar” un diálogo entre el gobierno y la oposición, que domina el Parlamento.
Los obispos llamaron igualmente a las autoridades a no bloquear el referendo revocatorio que la oposición promueve contra Maduro, porque pone en peligro “la estabilidad del país”.
Asimismo, tildaron como una “necesidad” que “se abra de manera permanente” la frontera con Colombia, cerrada desde hace casi un año y abierta solamente durante la jornada del domingo pasado.
AFP