Los productores agropecuarios zulianos aseguran estar “prácticamente en manos del hampa”. Representantes de la Federación de Ganaderos de la Cuenca del Lago de Maracaibo (Fegalago), junto con otros gremios como Ganaderos de Machiques (Gadema) reportan que en el último trimestre el número de reses robadas en sus tierras alcanzó una cifra cercana a ocho mil 500, publica La Verdad.
Una problemática que afecta considerablemente a un país en el que se necesitan 30 millones de cabezas de ganado para mantener abastecidas las cavas de las carnicerías mientras que solo cuentan con 10 millones de animales. “No podemos permitir que lo poco que haya se robe y se pase por la frontera, yo creo que eso es lo que debe garantizar el Estado”, afirma Armando Chacín, presidente de Fegalago.
Ejemplifica con el caso de la hacienda San Pedro, perteneciente a la Facultad de Veterinaria de LUZ, en la que en un día se llevaron todo el ganado que se utilizaba para las prácticas de los estudiantes. “Los organismos de seguridad del Estado poco hacen. Dejan totalmente sin ganado a las fincas”, denuncia.
Tres mil 500 de esas reses se las han robado en la Sierra de Perijá. Los productores consideran primordial que se solvente el problema de la inseguridad para erradicar las colas y lograr que el ciudadano común encuentre productos como leche y carne en supermercados a precios accesibles, una acción que solo consideran posible si se genera un aumento en la producción.
“No creo posible que las autoridades no sepan en dónde está un lote tan grande de ganado pues eso deja una trilla”, comenta el líder del gremio agregando que el rebaño hurtado se encuentra en las zonas aledañas a la Sierra de Perijá. Critica que las autoridades no se comprometan a resguardar las tierras productivas: “Si vamos a poner una denuncia, no quieren darnos el acuse de la denuncia y eso es obligatorio y constitucional”.
Carencias
La escasez de divisas y control de cambio también representan un duro golpe al sector. Chacín afirma que 70 por ciento de las unidades de producción están perdidas por falta de insumos como pasto. Esperan la concreción de una promesa de materia prima efectuada en marzo. “Ya estamos en el segundo ciclo y todavía no tenemos acceso a las semillas, que el Gobierno es el único que tiene dólares para poder comprarlo en el país”. Herbicidas, fertilizantes, vacunas y medicamentos veterinarios se suman a la lista de peticiones de los ganaderos.
Las distorsiones a las que se enfrentan van desde el alimento que ingieren sus animales, hasta el combustible que utilizan sus máquinas y vehículos para funcionar. 18 mil bolívares pagan por un paquete de 35 kilos de alimento concentrado, un importe que califican como “imposible ante los precios que tenemos de la leche y carne”.
Piden que se instalen en la Cañada de Urdaneta y Catatumbo surtidores industriales para que los productores no se tengan que trasladar hasta Machiques de Perijá con el objetivo de buscar una pipa de combustible. “Estamos pagando entre 10 mil y 12 mil bolívares por 200 litros de gasoil, cuando del otro lado de la frontera tenemos combustible venezolano”, critica.
Falta de oxígeno
El titular de Fegalago manifiesta que ante el congelamiento de precios de los rubros que producen, el financiamiento se había vuelto una parte fundamental para la continuación de sus operaciones. Pero, ahora se encuentran con una nueva limitación; la eliminación de créditos agrícolas por parte de la banca. Un factor que podría dejar al sector sin cartas bajo la manga.
“Lo único que le estaba dando oxígeno al sector es que el financiamiento se hiciera a 10 años, ahora la banca lo volvió a llevar a cinco. Nos piden una carga de requisitos y pasean de un mes a otro. Si te aprueban el crédito pasan cinco meses para que te lo liquiden, y con la inflación tan alta al final no sirve ni para 20 % de lo que se quería ejecutar”.