La fotografía publicada recientemente por el Gobierno mexicano para desmentir la fuga de Joaquín “el Chapo” Guzmán de la cárcel “pone en evidencia la falta de credibilidad de nuestras autoridades”, dijo hoy el abogado del capo. EFE
El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, subió el viernes pasado en Twitter una captura de una cámara de seguridad para probar que el narcotraficante seguía recluido en la prisión del norteño estado de Chihuahua, después de que en las redes sociales se dispararan los rumores sobre una fuga.
“Con una autoridad seria no se requiere de exhibir a las personas” para demostrar que no se miente, aseveró a Imagen Radio el abogado José Refugio Rodríguez.
La fotografía, además, supone otra posible violación del derecho humano a la intimidad, dado que “no se pueden exhibir fotografías si no es con un permiso o autorización de él”, consideró.
En la imagen difundida por Osorio, se ve al Chapo en una amplia sala con el suelo y las paredes blancas, sentado frente a una mesa y siendo vigilado por varios elementos de seguridad.
Rodríguez dice no reconocer la estancia. El espacio en el que se producen los encuentros con la defensa, relató, es un “cuarto mínimo de escasos metros”, donde caben tres personas como máximo.
El abogado aprovechó para denunciar las condiciones del líder del cartel de Sinaloa en la prisión norteña, a la que fue trasladado en mayo pasado desde la central cárcel del Altiplano, donde fue ingresado tras su captura a principios este año y de donde se había fugado seis meses antes a través de un túnel de 1,5 kilómetros.
En otra ocasión, en enero de 2001, también se evadió de la prisión de máxima seguridad de Puente Grande, en el estado occidental de Jalisco, escondido en un carrito de lavandería.
Su celda en el Centro Federal de Readaptación Social Número 9 Norte, en la que actualmente se encuentra en el ala de máxima seguridad, “es insalubre, inclusive tuvo que pedir con qué limpiarla para que estuviera aseada”, afirmó Rodríguez.
Según el abogado, Guzmán tiene dificultades para dormir, porque solo le dejan descansar “en una posición firme, boca arriba”.
“Si se cubre la cara lo despiertan, si cruza los brazos lo despiertan, con cualquier movimiento que haga de lado”, relató el representante legal, quien teme que este procedimiento sea “una nueva táctica para evitar dejarlo dormir”.
Cuando estaba recluido en el Altiplano, la defensa del capo también denunció que los pases de lista cada dos horas no le dejaban descansar y que un perro lo despertaba continuamente.
Rodríguez indicó que la defensa presentó hace aproximadamente un mes una queja ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), ya que el Chapo “tiene más de seis meses aislado, segregado en una celda”, y solo se comunica con su familia y los abogados.