El gobierno de Venezuela anda en un esfuerzo desesperado por mostrar la sesión del Consejo Permanente de la OEA, convocado por el Secretario General, Luis Almagro, como una victoria. Nada más alejado de la verdad. Maduro y su Canciller han sufrido estrepitosa derrota.
El Artículo 20 de la Carta Democrática dice:
En caso de que en un Estado Miembro se produzca una alteración del orden constitucional que afecte gravemente su orden democrático, cualquier Estado Miembro o el Secretario General podrá solicitar la convocatoria inmediata del Consejo Permanente para realizar una apreciación colectiva de la situación y adoptar las decisiones que estime conveniente. El Consejo Permanente, según la situación, podrá disponer la realización de las gestiones diplomáticas necesarias, incluidos los buenos oficios, para promover la normalización de la institucionalidad democrática. Si las gestiones diplomáticas resultaren infructuosas o si la urgencia del caso lo aconsejare, el Consejo Permanente convocará de inmediato un período extraordinario de sesiones de la Asamblea General para que ésta adopte las decisiones que estime apropiadas, incluyendo gestiones diplomáticas, conforme a la Carta de la Organización, el derecho internacional y las disposiciones de la presente Carta Democrática. Durante el proceso se realizarán las gestiones diplomáticas necesarias, incluidos los buenos oficios, para promover la normalización de la institucionalidad democrática.
De ese Artículo 20 se han cumplido los siguientes pasos:
1.- Se convocó y realizó el Consejo Permanente tal como lo solicitó Almagro;
2.- Se inició una “apreciación colectiva de la situación”; y
3.- Algunos países apoyaron las gestiones diplomáticas del Grupo Samper/Rodríguez Zapatero y se abrió la puerta a la propuesta del Grupo de Amigos de Venezuela, lo cual significaría la incorporación de otros países y personalidades a la mediación internacional.
Fuera del campo jurídico es notable que el gobierno venezolano se haya anotado autogoles sensibles. El primero fue tratar de impedir la aprobación de la Agenda que contenía la presentación del Informe. Venezuela fue derrotada 20 a 12 con dos abstenciones.
En segundo término, la Canciller venezolana se centró en ataques personales hacia el Secretario General y de manera gratuita, al atacar a EEUU, le endosó a Almagro el apoyo de este país, con quien el gobierno de Venezuela está en conversaciones de alto nivel con la presencia de Thomas Shannon en Caracas hasta el mismo día de la realización de la sesión del Consejo Permanente.
Luego, en tercer lugar, atacó al ex Presidente Álvaro Uribe, como recurso para alcanzar alguna simpatía del representante de Colombia y de forma inesperada y muy institucional éste manifestó respeto hacia Uribe, aun en medio de las naturales discrepancias que hay en una democracia.
Varios embajadores hicieron notar las fallas de lenguaje de la Canciller como acusar a Almagro de “falta de parcialidad”; igualmente, denunciar lo que considera un ataque a su gobierno como un “ataque pseudo fascista”; y problemas de concordancia gramatical más o menos importantes.
Empero, lo más significativo es que nunca antes desde un foro internacional, multilateral y en presencia de representantes del gobierno venezolano actual se había hecho un análisis tan riguroso y descarnado de la situación de Venezuela como el que hizo Almagro en el Consejo Permanente. Un hecho especialmente curioso es que la Canciller Rodríguez, para defenderse de la aplicación de la Carta Democrática, acepta como bueno el papel del grupo de ex presidentes encabezado por Rodríguez Zapatero lo cual, en la práctica y con el endoso ahora de los gobiernos americanos, significa que hay un proceso de mediación ante la ruptura del orden constitucional venezolano. Es decir, lo que era una maniobra del gobierno de Maduro al involucrar a tres ex presidentes de su agrado en la mediación se ha convertido en parte de “la realización de las gestiones diplomáticas necesarias” previstas en el Artículo 20 de la Carta democrática, citado más arriba.
Ha comenzado la aplicación, por primera vez en la historia, de la Carta Democrática. El sistema Interamericano se ha activado, las fuerzas opositoras en Venezuela han obtenido una victoria y Luis Almagro, con mucha paciencia y parsimonia se anotó un triunfo institucional, diplomático y político.