La respuesta de Leopoldo López a Zapatero, tajante y vehemente defensa del Revocatorio 2016, tiene una lectura interna para la MUD que no podemos dejar pasar en estos tiempos de tempestad y decadencia histórica.
Alineados y con unidad de propósito, Henrique Capriles y Leopoldo López, dan un mensaje que contiene una intención y una extensión muy clara al gobierno, a la comunidad de naciones civilizadas; y, muy especialmente, a la oposición.
Porque una crítica recurrente en reuniones políticas y en la opinión pública, ha sido cierta falta de coherencia y cohesión interna en la MUD en torno al referendo revocatorio, hasta el punto de hablarse del referendo de Primero Justicia o el de Capriles; y no del referendo constitucional que por derecho soberano nos corresponde a todoslos venezolanos y que la MUD, como maquinaria política y organización base, debe impulsar con todo su ímpetu, con toda su fuerza y hasta su último aliento, como un solo estratego. Como un hegemón.
Una hegemonía revocatoria es vital. Nuestra cabeza, corazón y tuétano ha de ordenarse y actuar para obtener el logro que nos llevará al triunfo de Venezuela. Ese logro es el revocatorio. Ningún partido político de la MUD tiene derecho a excusarse ni a presentar reposo médico para el trabajo de revocar el mandato de Nicolás Maduro en 2016.
El rescate de Venezuela, la libertad de los presos políticos, la resurrección económica del país, la renovación de la paz social… todo. Todo pasa por revocar a Maduro. Así lo viene diciendo Henrique y Leopoldo lo ha reafirmado y blindado. Se despejó toda posible duda.
Quiero ver a cada uno de los partidos políticos de la oposición, a cada partido con nombre y apellido dedicando su máquina política, pisando el acelerador y a la más alta cilindrada, hacia la meta de lograr la concreción del Referendo 2016. La bandera de llegada estampada “¡Revocado!”. Y comenzará una nueva historia.