“Amor con hambre no dura”, afirma el viejo adagio, que resume las razones económicas en los divorcios. La “revolución” se acaba a ritmo acelerado en la mitad del 2016 luego de 17 años de amores con el pueblo de Venezuela.
Fueron 17 años repartidos entre ilusión por algo mejor, que terminó siendo mucho peor. Que se ha mantenido a punta de billete y que empezó a desmoronarse cuando el dinero empezó a faltar.
Pudo durar más, pero la “revolución” no cuido, ni ahorro y mucho menos invirtió el principal sustento y como un mal esposo se lo bebió, jugó y malgastó.
LA FOTO de hoy proviene del centro de la ciudad de Valera en el estado Trujillo, entidad venezolana “profundamente chavista” que ha creído en la pantomima de matrimonio desde el año 2000.