El diputado a la Asamblea Nacional y presidente de la Comisión Permanente de Contraloría, Freddy Guevara, afirmó que la crisis alimentaria que sufre Venezuela obedece a los numerosos casos de corrupción existentes en los procesos administrativos relativos a la importación de alimentos y a la destrucción de la producción nacional.
Nota de prensa
Durante su intervención en el foro “Corrupción y hambre en Venezuela. Una realidad inexcusable”, organizado conjuntamente por la Comisión de Contraloría y Transparencia Venezuela, Guevara enfatizó que la impunidad dio carta blanca para que se produjeran graves irregularidades administrativas, sin que haya sido sancionado ningún responsable.
“La asignación de dólares preferenciales para la importación de alimentos solo estimuló la corrupción. Los incentivos para hacerlo eran demasiado amplios y no había ningún tipo de sanción. Por el caso Pudreval de 2010, se pudrieron 160 mil toneladas de alimentos. Solamente tres funcionarios fueron investigados y detenidos. Un año después fueron dejados en libertad, uno de ellos volvió a su cargo y otros dos trabajaron en otras áreas de Pdvsa. El mensaje del Estado fue muy claro: robe que aquí no pasa nada”, subrayó.
Por su parte, la Directora Ejecutiva de Transparencia Venezuela, Mercedes De Freitas, precisó que la opacidad en el manejo de los programas sociales del Gobierno dificulta el seguimiento de la gestión pública, además de evidenciar las causas de la grave crisis actual.
“A lo largo de estos años, la Misión Alimentación recibió 20 mil millones de dólares. Sin embargo, en 2015, Mercal incumplió en 48% su meta de distribución de alimentos, sin que explique en su memoria y cuenta las razones de dicha falla. El ex ministro Osorio tuvo 38% de incumplimiento de sus metas, por lo que no es solamente ineficiente el modelo, sino quien lo ejecuta. En un solo año hubo disminución de 7.600 millones de dólares en la asignación de fondos para Misión Alimentación. Ni la Bolsa Patriota repartida eficientemente podría resolver la crisis alimentaria. Es muy grave lo que está ocurriendo. Debemos levantar la voz juntos para que el país entienda que se está destruyendo la base de la sociedad”, sentenció De Freitas.
El asesor agroalimentario de la Federación Nacional de Ganaderos (FEDENAGA), Rodrigo Agudo, indicó que Venezuela acumula cinco años de proceso regresivo en cuanto a producción de alimentos, por lo que es indispensable un cambio en la política agroalimentaria.
“Entre 2000 y 2013 Venezuela bajó sus exportaciones en 90%, mientras que multiplicó la importación de alimentos. En el 2015, el consumo de alimentos per cápita cayó por debajo del consumo que se registró en 1999. Este problema viene acumulándose desde hace 17 años y el Gobierno manipula deliberadamente los datos para esconder esas cifras. El país necesita entre 16 mil y 20 mil millones de dólares para equilibrar la situación, por lo que es indispensable un programa de asistencia alimentaria internacional de aplicación inmediata. Si no hay un cambio es imposible que se resuelva el problema alimentario del país”, recalcó Agudo.
Entre tanto, la directora de la Fundación Bengoa, doctora Marianella Herrera, señaló que la crisis económica, inflación, desabastecimiento y escasez están teniendo un efecto perjudicial en la dieta diaria de los venezolanos.
“El 12% de los venezolanos no tiene acceso a las tres comidas al día. La mayoría de los alimentos que adquieren las familias venezolanas tienen un componente de carbohidratos, harinas y grasas tan alto que es preocupante. En el caso de las proteínas básicas que solían alimentar a los sectores menos favorecidos, es preocupante cómo el huevo y las caraotas han desaparecido de la mesa de los más necesitados. La mala calidad de la alimentación tiene una incidencia directa en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, diabetes, obesidad, desnutrición e hígado graso, entre otras patologías. La generación futura de venezolanos está expuesta a una alimentación inadecuada desde el inicio de su vida intrauterina, por lo que los niños que nazcan de esta generación probablemente tendrán bajo peso al nacer o una programación fetal de enfermedades que se pudieron prevenir. Todo esto tiene repercusiones a futuro”, advirtió Herrera.
Un diagnóstico similar presentó la doctora Susana Raffalli, quien alertó que en Venezuela se está instalando una emergencia nutricional irreparable.
“De acuerdo con la clasificación internacional de crisis alimentaria, Venezuela tiene características de todas las fases, por lo que es innegable calificar la situación de esa manera. La alimentación en Venezuela se ha utilizado como mercancía política y no para nutrir a los ciudadanos. Es urgente hacer llegar alimentos nutritivos a las personas que más los necesitan. Solo con atender la distribución de alimentos no se soluciona la emergencia”, declaró Raffalli.