En teoría, si Donald Trump debía complicar la elección interna de los republicanos para solaz de sus rivales, los demócratas, con quienes en el pasado había coqueteado Trump. Sin embargo, Trump ganó en forma arrolladora a sus rivales. Entonces se dijo que Trump como candidato republicano garantizaba una elección histórica de los demócratas pero las novedades consisten en que él está acercándose a Hillary Rodham Clinton. ¿Habrá que comenzar a imaginar que realmente Trump llegará a la Casa Blanca? Es una sociedad muy curiosa la estadounidense: hay un conjunto de líderes al frente de un emporio financiero-militar que proponen un despliegue global, pero hay una mayoría de ciudadanos a los que sólo les importa las cuestiones domésticas estadounidenses. Trump frecuenta este nicho.
El carismático Donald Trump lanzó su candidatura a la nominación presidencial dentro del Partido Republicano en junio 2015, en medio de declaraciones excéntricas, xenófobas y algunas hasta delirantes.
Los medios se han dado un festín con el fenómeno Trump, mientras quenadie pensaba que iba a llegar a ser el candidato.
Casi 1 año después, Trump es el único que sigue de pie en la carrera republicana, y muy probablemente competirá con Hillary Clinton, quien representaría al Partido Demócrata, por la Presidencia de Estados Unidos en noviembre venidero.
“Trump va a destruir la bolsa de valores. Extraño los días en que las ideas republicanas solo destruían Kansas”, bromeó desde su cuenta de Twitter el humorista y conductor Bill Maher.
En otro tweet, explicó que no se está dedicando a escribir bromas sobre Trump porque las bromas sobre Trump “se escriben solas”.
Sin embargo, lejos de ser un chiste, la posibilidad de un impredecible Trump sentado en la Casa Blanca, tomando las decisiones que afectan no solo a los estadounidenses sino que a todos los ciudadanos del mundo, es cada vez más grande.
Atrás quedaron los días en los que se hablaba de cómo el Partido Demócrata iba a arrasar en noviembre si Trump era el candidato de los republicanos.
Una encuesta reciente de Reuters desconcertó a todos posicionando al millonario de Nueva York a 1 punto de Hillary, ex senadora por Nueva York, cuando las encuestas venían favoreciendo a la ex secretaria de Estado por más de 10 puntos.
Otras 2 encuestas, una llevada a cabo por Quinnipiac University en los‘swing states’ o ‘estados swing’ -los que suelen oscilar entre republicanos y demócratas de elección en elección-, y otra a nivel nacional por Public Policy Polling (PPP), una empresa con tendencia de izquierda, muestran a Trump y a Hillary muy cerca, peleando cabeza a cabeza en la elección general.
La de PPP muestra a Clinton por encima de Trump por tan solo 4 puntos, 42% a 38%, mientras que la de Quinnipiac los encontró empatando en Florida, Pensilvania y Ohio.
Sin embargo, el promedio de todas las encuestas que difunde RealClearPolitics, todavía posiciona a Hillary por encima del magante por casi 6 puntos.
El proteccionismo económico que propone Trump está conquistando a una porción de la base electoral demócrata en los estados industriales y en los que históricamente prevalece el Partido Demócrata (también conocidos como “estados azules“), y es solo 2 de las batallas que Clinton deberá pelear de acá a noviembre.
En un principio se hablaba del votante de Trump como el trabajador blanco de la clase baja estadounidense, sin educación universitaria, que se veía seducido por la retórica nacionalista del magnate y lo percibía como alguien capaz de recuperarle lo que los inmigrantes supuestamente le habían quitado. El que podía “Hacer a América grandiosa otra vez”, un vago slogan de campaña que deja el camino libre a múltiples interpretaciones y como Trump, apela a varios públicos.
Sin embargo, datos reciente publicados por el portal Quartz demuestran que esto ya no es tan así: según una investigación de mercado de FiveThirtyEight, el votante de Trump es más educado y recibe mayores ingresos que el estadounidense promedio.
“La cobertura de la bizarra temporada de las primarias de 2016 ha pintado al estereotípico seguidor de Trump como alguien blanco, de clase trabajadora y sin educación. La popularidad de Trump en ese grupo demográfico ha llevado a algunos eruditos precipitados a desechar su candidatura, ya que simplemente no hay suficientes votantes así como para impulsar un candidato a la victoria”, afirmó Quartz.
Según FiveThirtyEight, que llevó a cabo encuestas en 23 estados norteamericanos, el ingreso por hogar del votante de Trump es más alto que la media en cada uno de los estados, en algunos casos por un amplio margen, y el 44% de los votantes de Trump tienen estudios universitarios, comparado con el 29% de los adultos estadounidenses. Explicar la popularidad del magnate, de repente, no parece algo tan fácil como antes.
Donald Trump exhibiendo un ‘burrito’ para sostener que no aborrece todo lo mexicano, luego del escándalo por declaraciones contra los indocumentados mexicanos o contra los mexicanos como indocumentados….
Si se quiere agregar aún más confusión a la maraña, se puede tener en cuenta otro dato: hay muchos demócratas que están inclinándose por Trump. “Muchos conservadores y republicanos se han visto descolocados cuando Donald Trump, un hombre que se opone a todo en lo que muchos conservadores y republicanos creen, le ganó a otros que eran complacientes a la base como Ted Cruz, en estados sólidamente republicanos”, escribió el portal conservador RedState. “Son los demócratas cruzados los que están haciendo esto, y ahora hasta los sindicatos están comenzando a preocuparse de que esto podría costarle la elección a Hillary Clinton.”
Más allá de que se trata un medio republicano, muy probablemente anti-Trump y tratando de encontrar explicaciones que “eximan” al partido respecto de su ascenso, lo cierto es que varias publicaciones han estado revelando datos que indican este punto.
“Entre los demócratas, hay una sospecha creciente de que un Trump impredecible, haciendo foco en el proteccionismo económico y la oposición a los acuerdos de comercio, podría potencialmente convertir a estados azules (N de la R: los que tradicionalmente votan por los demócratas) como Michigan, Wisconsin, Illinois y Pensilvania, en una columna de estados swing que incluye a Ohio”, sostuvo el portal Politico.
“No creo que puedes tomar a Michigan por sentado, a pesar de que ha optado por los demócratas en los últimos cinco ciclos”, advirtió el jefe del Partido Demócrata en Michigan, Brandon Dillon, según Politico.
Dillon destacó que es el proteccionismo económico de Trump el que podría seducir a los votantes demócratas de Michigan.
En enero 2016, una encuesta de Mercury Analytics, citada por el periódico político de Washington, The Hill, encontró que el 20% de los demócratas afirmó que votaría por Trump en la elección general.
“El desafío para Hillary, si Trump es el nominado y pivotea hacia el centro en la elección general, y se presenta como alguien independiente y exitoso, que consigue hacer las cosas y resolver los problemas, que piensa de manera independiente, es que los demócratas ya no podrán contar con su personalidad y sus escandalosas frases para descalificarlo en las mentes de los votantes”, escribió Ron Howard, el CEO de Mercury Analytics.
Recientemente, en una encuesta llevada a cabo por ABC News en Virginia del Oeste, alrededor de un tercio de los demócratas dijo que sin importar quién sea el candidato de su partido, en noviembre votarán por Trump.
Una posible explicación de esto en el caso puntual de Virginia del Oeste es que molestaron mucho unos dichos de Hillary respecto de que había que cerrar las minas de carbón, que brindan trabajo en esa zona.
“Creo que la gente está frustrada. He escuchado a la gente decirme que han virado porque quieren votar por Donald Trump”, le dijo Belinda Biafore, jefa del Partido Demócrata en Virginia del Oeste, a ABC News.
La principal razón por la que Trump podría quedarse con la elección se llama Hillary Clinton, escribió Heather Wilhelm, en un artículo publicado en el portal RealClearPolitics.
Una encuesta de Reuters de marzo 2016, cuando el resultado de la interna demócrata aún era incierto, le da la razón. El estudio reveló que, enfrentada con Trump, Hillary perdía.
En cambio, su contrincante Bernie Sanders (que sigue en carrera pero los números le son sumamente desfavorables), ganaba frente al republicano por un amplio margen.
El principal factor que explicaba esto es que Sanders obtenía una amplia mayoría de votos entre los votantes independientes, algo que para Hillary escaseaba.
“Lo que debería asustar a los demócratas aún más que cualquiera de los datos que expuse recién es que Trump le gana a Clinton en dos bastiones del Partido Demócrata: la costa oeste y el noreste. Según una encuesta de Reuters entre votantes registrados, Trump gana el lejano oeste por un 40% contra un 29% y la región New England por el 7% (…). Déjenme repetir eso: ¡Trump le gana a Clinton en los estados demócratas más importantes!”,advirtió Dustin Woodard del portal Medium.
Otra encuesta reciente de Reuters reveló que la razón N°1 por la que los estadounidenses votarán por Trump es para evitar que Hillary sea Presidente.
De todos modos, el sentimiento es mutuo: la mayoría de los que votarán por Hillary lo harán porque quieren detener a Trump. Consciente del riesgo que corre en algunos de los “estados azules” industriales, que vienen votando al Partido Demócrata desde hace una generación, Hillary Clintonestaría actualmente planeando destinar buena parte de sus recursos en defender Pensilvania, Wisconsin y Michigan, reveló el diarioThe Washington Post.
Esto refleja “el creciente reconocimiento dentro de su campaña de la amenaza que la candidatura poco convencional de Trump a Presidente puede representar en lugares inesperados, particularmente en estados que están atravesando dificultades económicas, que han sido afectados por acuerdos globales de librecomercio”, escribió Abby Phillip en el Post.