Los ministros salientes, del Ejecutivo de la suspendida presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, criticaron la falta de diversidad en el Gabinete anunciado hoy por el jefe de Estado interino, Michel Temer, en el que no figuran ni mujeres ni negros.
EFE
“El Gabinete es la cara del nuevo Gobierno, que tiene cara de hombre blanco, sin ninguna diversidad y sin representar al país”, afirmó la hasta ayer ministra de Desarrollo Social y Combate al Hambre, Tereza Campello.
“El nuevo gabinete es un retrato de lo que ellos piensan. Es el retrato de la falta de respeto a la mujer y de la falta de compromiso con lo social”, agregó el hoy destituido ministro de la Secretaría de Gobierno, Ricardo Berzoini, al recordar que la población femenina y la negra son mayoría en el país.
Según el último censo, las mujeres representan el 51 % de los brasileños y los negros y mulatos, el 50,7 %.
Será la primera vez desde 1976 que un Gobierno brasileño carecerá de mujeres en su Gabinete, precisamente tras el proceso que puede terminar con la destitución definitiva de la primera mujer elegida presidenta de Brasil.
Los políticos y empresarios son la gran mayoría entre los 22 ministros anunciados por Temer, que asumió este jueves como presidente interino de Brasil tras la decisión del Senado de abrirle un juicio político a Rousseff y separarla del cargo por 180 días.
En el nuevo Gabinete figuran varios parlamentarios que fueron ministros en los Gobiernos de Fernando Henrique Cardoso, Luiz Inácio Lula da Silva y de la propia Rousseff, así como un obispo de una iglesia evangélica, que asumirá la cartera de Desarrollo, Industria y Comercio, y uno de los mayores cultivadores de soja de Brasil, nuevo titular de Agricultura.
La ministra de Mujeres e Igualdad Racial de Rousseff, Nilma Lino Gomes, recordó que el Gabinete de la presidenta suspendida tenía el perfil de un Gobierno que lucha por la igualdad de género y racial. “Los asuntos de género y raza eran contemplados en nuestro Gobierno”, dijo.
Para Eleonora Menicucci, que fue ministra de Políticas para las Mujeres hasta la última reforma del Gabinete, el “golpe” de Estado impulsado por Temer es “machista, patriarcal, misógino, capitalista de clase y contra un proyecto de Gobierno que promovía la inclusión social”.
“A ellos no les gustan los pobres, las mujeres, los negros, los homosexuales y los indios”, agregó Menicucci.