Para Juan José Pérez, secretario ejecutivo del Voluntariado Unidad y Cambio por Bolívar, el problema que enfrenta Venezuela no es más que el estancamiento económico, con una producción nacional paralizada que mantiene a los venezolanos dependiendo de una economía de guerra, incrementado la burocracia y corrupción por parte del gobierno, aunado a la inflación más alta del mundo.
Asegura que no es un tema aislado sino la continuación de un libreto ya implementado el fallecido ex presidente Hugo Chávez, guiados por los hermanos Castro, y que el presidente Nicolás Maduro siguió adelante.
“Nada de lo que está pasando en Venezuela es sorpresa. Son pocos los que aún confían en el gobierno queriendo insistir en un dialogo, el cual ya de por si se sabe que no generara ningún cambio en el proceso que lleva este régimen adelante. Están buscando la ruina total de la población para entronizarse en el poder aprovechándose de la miseria y la precariedad”, afirma Pérez.
Es así como relaciona la escasez de alimentos con cualquier régimen dictatorial, pues asevera que “la comida es y ha sido un factor fundamental para cualquier dictador”, lo que justifica la dependencia es las importaciones para controlar qué, dónde y cuándo comen los venezolanos.
“A Maduro, a Diosdado ni a ninguno de ellos le importa las colas y las muertes que se han generado a raíz del desabastecimiento, no existe ninguna guerra económica, es un fantasma que ha creado el gobierno para engañar a los pobres, como ellos catalogan a los estratos o niveles D, E y F de la población”, dijo.
Destrucción planificada
El vocero manifestó que “el pensamiento y la doctrina que se implementó en Cuba era que con hambre nadie se levanta, por lo que la gente queda obligada a ir hacer cola para poder comer o llevarle a sus hijos lo poco que se logre conseguir”.
“La idea de este sistema de gobierno comunista es mantenerte haciendo colas para que no estés pendiente de generar insatisfacción a los allegados a tu entorno, que vivas en las penurias de una revolución que lo que busca y buscará es que los pobres sigan siendo pobres”, expuso.
Pérez condena tal política del mal llamado Socialismo del siglo XXI, y una revolución que pretende domesticar el pensamiento de los ciudadanos.
“Por eso hicieron que las transnacionales se fueran del país. Así no hay producción nueva, sino que se usa el dinero para hacernos dueños de un negocio que ya existe, llevarlo a la destrucción total para que nada se produzca, colocar a los más ineficientes, con prontuarios judiciales y hasta las personas de más baja calaña para que así puedan lograr lucrase de dinero del Estado y mantenerlos callados y sumisos”, detalló.
Las intenciones del gobierno, según Juan José Pérez, se resumen a ser una especie de Dios y único proveedor de los pobres, para así derrotar al adversario, con el objetivo de dividir al país en dos toletes: sus amigos, los pobres; y sus enemigos, los escuálidos, majunches, oligarcas, golpistas, pitiyankees, apátridas, fascistas o como convenga llamarlos de acuerdo a las circunstancias.
“Debemos de enfrentar de una vez por todas a este sistema decadente y nefasto, como lo es el comunismo, implementado por este gobierno en la voz del difunto y llevado adelante con los actuales corruptos que nos gobiernan”, sentenció.