Los analistas del mercado financiero volvieron a empeorar su previsión de contracción de la economía brasileña en 2016, que ahora sitúan en el 3,89 % frente al 3,88 % de la semana pasada, informó hoy el Banco Central. EFE
Con ésta, suman quince semanas consecutivas en las que los economistas del sector privado agravan sus pronósticos sobre la recesión de la mayor economía suramericana.
Las nuevas proyecciones del mercado son ligeramente más negativas que las del pasado lunes, cuando estimaron por primera vez que la caída del Producto Interior Bruto (PIB) sería más aguda que la registrada en 2015.
El año pasado Brasil se retrajo un 3,8 % y obtuvo su peor resultado en el último cuarto de siglo.
Los números figuran en el Boletín Focus, una publicación semanal del Banco Central que incluye una encuesta con un centenar de expertos de entidades financieras del sector privado sobre el estado de la economía doméstica.
Si se cumplen los augurios de los economistas, el país sumará dos años seguidos en números rojos por primera vez desde la década de 1930.
Por otro lado, los pronósticos continúan mejorando para 2017, cuando se espera que la economía brasileña crezca un 0,40 %, por encima del 0,30 % del último informe.
En cuanto a la inflación para este año, los analistas siguen con sus cálculos a la baja y la sitúan ahora en el 6,94 %, una cifra inferior al 6,98 % de la pasada semana pero todavía por encima de la meta oficial del 4,5 % del PIB, con un margen de tolerancia de dos puntos porcentuales.
En 2017, se prevé que la inflación será del 5,72 %.
Las malas previsiones para la economía nacional se entremezclan con la crisis política que sufre el país y que, de acuerdo con la mayoría de especialistas, impide que Brasil encuentre un camino para salir de la recesión.
Una tormenta política que tiene su máximo exponente en el juicio político que amenaza con destituir a la presidenta, Dilma Rousseff.
De hecho, una comisión especial en el Senado se encuentra analizando si existen méritos jurídicos para abrir dicho proceso contra la mandataria, después de que la Cámara de Diputados diera luz verde a los trámites.
El informe que elaborará la comisión será votado este viernes y pasará luego al plenario, que dará su parecer alrededor del día 10 de mayo.
Si el documento consigue el respaldo de una mayoría simple de 41 senadores, Rousseff deberá apartarse del cargo durante los 180 días que puede durar el juicio y durante los cuales será sustituida por el vicepresidente Michel Temer, ahora su oponente político.
En el caso de que Rousseff sea finalmente depuesta, Temer terminaría el mandato, que concluye el 1 de enero de 2019.